Un grupo de activistas estadounidenses viajaron a Washington para verificar el seguimiento que se dará al caso Anastasio Hernández Rojas, el mexicano asesinado por más de 20 agentes fronterizos el 28 de mayo pasado en la garita de San Ysidro, a unos metros de Tijuana.
Christian Ramírez, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos en el vecino país, explicó que también se dará seguimiento al tratamiento que se está dando al homicidio del adolescente Adrián Hernández Huereca, ocurrido unos días después del primer caso, pero en Ciudad Juárez, también por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Consideró que el hecho de que se trasladara el caso Anastasio a una corte federal es indicio de que es un tema muy delicado, y el que no saliera el gobierno federal a justificar los hechos de manera inmediata, llama mucho la atención y responde a la cobertura y denuncias públicas que se hicieron, dijo.
También es positivo que se fuera a una instancia federal en lugar de que se diera por concluido en California, donde ocurrieron los hechos, a pesar de que la intención inicial fue cansar a la familia y las agrupaciones humanitarias que dieron seguimiento al caso, dijo el activista.
Anastasio Hernández Rojas tenía 48 años cuando fue asesinado por más de 20 agentes fronterizos de Estados Unidos en el área de deportación de San Ysidro California.
Decenas de personas que cruzaban a México atestiguaron la golpiza y exigían a los agentes que se detuvieran, pero en cada vez llegaban más uniformados que apenas bajaban de sus autos arremetían contra el connacional.
A Anastasio, originario de San Luis Potosí, le dieron varias descargas eléctricas y dejaron de golpearlo hasta que quedó inmóvil.
Por su parte, Sergio Adrián Hernández Huereca fue asesinado unos días después a tiros por una gente de la Patrulla Fronteriza, quien le disparó desde territorio estadounidense hasta México.
