Diálogo. Líder del Prlamento cubano no cree que incidentes rompan diálogo con Estados Unidos. EFE
El Gobierno de Cuba acusó de "conducta ofensiva" a la delegación de Estados Unidos que participó en La Habana en conversaciones sobre migración, por sostener un encuentro "subversivo y provocador" con decenas de disidentes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó una declaración que desde su llegada a La Habana, el subsecretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, fue advertido contra este propósito.
Agregó que ese encuentro, "contrario al espíritu de cooperación y entendimiento" de Cuba, se realizó en la residencia del jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana, Jonathan Farrar, a donde fueron llevados los opositores.
Para la Cancillería cubana, ese hecho demostró que las prioridades estadunidenses "se relacionan más con el apoyo a la contrarrevolución" para derrocar a la Revolución cubana, que con la creación de un clima conducente a la solución real de los problemas bilaterales".
La declaración isleña reiteró que el Gobierno cubano está dispuesto a sostener un diálogo respetuoso sobre cualquier tema con el Gobierno de Estados Unidos, "siempre que éste sea entre iguales, sin menoscabo a la independencia, soberanía y autodeterminación".
El viernes, delegaciones de Cuba y EU ratificaron la utilidad de las pláticas migratorias entre ambos países al concluir una segunda ronda en La Habana, durante la cual cada parte presentó a la otra un pliego de demandas.
Washington pidió a La Habana la liberación del contratista Alan P. Gross, detenido en Cuba el 4 de diciembre pasado, acusado por el gobierno de Raúl Castro de suministrar a disidentes equipos de comunicación satelital.