Víctima. Marcial Maciel es víctima de la inquisición, sonsidera su sobrino.
Un sobrino del fundador de los Legionarios de Cristo afirmó que las acusaciones de que Marcial Maciel abusó sexualmente de menores y tuvo familia durante su sacerdocio es un asunto político y de poder.
"La gente que lo conocimos sabemos que no es cierto lo que se dice. Conviví con él desde niño y nunca noté nada de homosexualismo, de drogadicción, de despilfarro y de tantas cosas que se inventan, puros rumores, puras calumnias", dijo Francisco Maciel Silva, identificado como sobrino del fundador de la orden.
Afirmó que a su tío, fallecido en 2008, "lo están traicionando. No sé hasta dónde quieren llegar en el Vaticano, pero también los mismos mexicanos". Consideró que Maciel es víctima de una "inquisición, donde algunos se creen todopoderosos y los demás no contamos". Aseguró que "todo esto de mi tío es una cuestión de poder, de política", aunque no explicó qué lo hacía pensar eso.
Ex seminaristas de los Legionarios de Cristo denunciaron a Maciel por casos de abusos sexuales desde finales de la década de los años noventa, pero fue hasta principios de mayo de 2010 que la Santa Sede reconoció que el sacerdote llevó una doble vida inmoral y anunció que nombrará a un enviado papal para reformar la orden.
Apenas unos días después de la divulgación de la carta del Vaticano, el cardenal mexicano Juan Sandoval Íñiguez calificó a Maciel como "un psicópata" y un "esquizofrénico".
Sandoval fue mencionado por el vaticanista Sandro Magister en su blog como la persona que los cinco obispos que investigaron a los Legionarios habrían sugerido al Papa Benedicto XVI para ser su enviado especial para refundar la orden.
En 2006, un año después que asumió Benedicto XVI, el Vaticano ordenó a Maciel que llevara "una vida reservada de penitencia y oración", aunque en aquel momento no se refirió a los señalamientos de abuso sexual. Según los informes, Maciel tuvo tres hijos biológicos con dos mujeres diferentes.
'Disminuye pederastia en México'
Durante los últimos 25 años se ha emprendido una acción vigorosa dentro de la Iglesia Católica para evitar cualquier abuso contra los niños y en un lustro ha disminuido la cifra de casos, aseveró Abelardo Alvarado Alcántara, obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de México.
En una carta, el prelado destacó que "la Iglesia no se debe recluir ahora en sí misma por temor al escándalo, sino por el contrario, debe encarar clara y firmemente la realidad, buscando la verdad y actuando a favor de la justicia y apoyo a las víctimas" .
Añadió que la pederastia se trata de un grave pecado, una ofensa a Dios y para todos, además de que es un grave delito.