Denuncia. Padres de una de las pequeñas de primer grado comparecieron ante la titular de la Unidad de Atención a la Violencia, Aracely Reveles, en las instalaciones del DIF Municipal.
Molesta porque no guardaban silencio tres alumnas de primer grado de primaria, su profesora les cubrió la boca con cinta adhesiva y así las dejó un rato. Al enterarse las madres de lo sucedido, interpusieron su denuncia ante la Unidad de Atención de Atención a la Violencia, dependencia del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes en la escuela primaria Justo Sierra, ubicada por la calle Francisco I. Madero, a un costado de la Presidencia Municipal.
DESCUBREN AGRESIÓN Rosavelia Macías Cháirez, tía de una de las alumnas, cuenta que el viernes, último día de clases, cuando acudió por su sobrina a la escuela, le notó algo raro en el rostro y al preguntarle, la niña rompió en llanto y dijo que su maestra le había tapado la boca con cinta.
Al comentar lo ocurrido con otras madres de familia, se dieron cuenta que fueron tres las niñas que habían pasado por lo mismo y decidieron denunciar la misma tarde del viernes a la profesora, Martha Irene González, ante Aracely Reveles Hernández, titular de la Unidad de Atención a la Violencia, dependiente del DIF Municipal, quien citó a la profesora y acudió ayer por la mañana, acompañada de otros profesores que la apoyaban.
Los padres de las tres niñas comparecieron también, al igual que la profesora, quien se reservó su derecho a declarar, aunque dejó entrever que sí ocurrió, ante la insistencia de los padres de las niñas afectadas.
La titular de la Unidad de Atención a la Violencia explicó que la dependencia a su cargo sólo es un enlace entre afectados y la autoridad, motivo por el cual se turnará el expediente a la Dirección General de Igualdad y Prevención de la Discriminación, con sede en Saltillo.
Las madres de familia manifestaron su inconformidad y piden de manera pública al gobernador del estado, Humberto Moreira, que como profesor, padre de familia y gobernador, ordene una investigación sobre este lamentable caso para que se proceda con severidad, pues las escuelas no son centros de tortura.
OTRO CASO
Las madres de familia informa que ya en 2007 ocurrió un hecho similar y en la misma escuela, pues una profesora le pegó en la cabeza a una de sus alumnas, también de primer grado.
Este caso se fue hasta la Comisión de Derechos Humanos en el estado de Coahuila y se interpuso una denuncia en la Agencia Investigadora del Ministerio Público, pero al aceptar su indebida acción la profesora en cuestión y ofrecer disculpas, se terminó el conflicto, de acuerdo a lo manifestado por las madres de familia. La profesora siguió en la misma escuela.
