Adiós al pañal
Los pañales son costosos indudablemente y quizá representan un gasto extra para la economía familiar, sin embargo, para los niños dejar el pañal es un paso importante para su crecimiento, pues se sienten más autosuficientes, es por eso que este proceso debe ser divertido para ellos y hasta para los mismos padres quienes son los que les muestran la forma correcta de hacerlo.
Los padres de familia deben estar conscientes que los niños son diferentes y que no porque el pequeño de algún amigo o vecino ya no usa pañales y tiene la misma edad que el suyo, debe hacer lo mismo.
De una forma sencilla, alegre, cordial y con naturalidad o hasta con canciones los papás pueden explicarle ese proceso difícil, que para los niños representa ir al baño solos.
“Cuando el niño quiera orinar o utilizar el baño hay que llevarlo de inmediato, sentarlo en el entrenador o sanitario por pocos minutos cada vez. Explicarle qué se desea que suceda con naturalidad. Si el niño protesta enérgicamente, no se debe insistir, es mejor esperar. A veces es útil llevarlos al sanitario como parte de la rutina diaria del niño, después de las comidas o antes de la siesta”, explicó el pediatra Alberto Pérez-Canedo.
Sobre el momento adecuado para que los niños aprendan a ir al baño solos, dijo que no hay una edad específica, pero que la mayoría de los niños controla los esfínteres a los 3 años. Sin embargo, manifestó que el momento para entrenarlo esta dado por las señales de madurez que da.
“El movimiento intestinal es regular, la expresión facial, la postura o palabras, revelan que el niño desea orinar o defecar, sigue instrucciones verbales sencillas, camina hasta el baño, se incomoda con el pañal sucio, quiere usar el sanitario, desea usar ropa interior como los niños grandes”.
Una vez que se identifican las señales de madurez, se deberá iniciar la rutina, comprar una bacinica o asiento especial para el sanitario, sentarlos completamente vestido una vez al día, después de desayunar, o cuando sabemos que normalmente hace del baño con el fin de que se acostumbre a su bacinica.
Posteriormente se le debe quitar el pañal al sentarlo, explicándole el motivo. Los niños aprenden imitando a los adultos, por lo tanto la manera más natural de que aprendan a usar el inodoro es viendo a otras personas hacerlo. El hermanito o la hermanita pueden hacer una demostración al pequeño, de hecho los niños le ponen más atención a otros niños que a los adultos. Debemos de enseñarle a vestirse y lavarse las manos al final. Hay que motivar el uso de la bacinica, elogiar al niño siempre que haga sus necesidades en ella, sin exageraciones, de lo contrario el niño empezará a ponerse nervioso o avergonzarse ante tanta atención. Los pañales entrenadores pueden tener la misma función que la ropa interior de verdad con motivos infantiles.
“Las niñas aprenden más fácil aparentemente porque la mama es la encargada del entrenamiento y tienen la ventaja de poder observar a alguien como ellas, las reglas son las mismas pero habrá que hacer énfasis en la técnica de aseo, la cual debe ser siempre de adelante hacia atrás con el fin de no arrastrar gérmenes a sus genitales y las vías urinarias y producir una infección en estos sitios. Los niños por su parte aprenden en dos etapas, primero sentados y después de pie por lo que tardan un poco mas”, explicó Pérez-Canedo.
Sobre el tiempo del periodo de aprendizaje el especialista manifestó que es muy variable de un niño a otro, pues varían las prácticas, la técnica, etc. Puede ser de meses a años, algunos a los 3 años ya controlan perfectamente y otros todavía hasta los 5 años presentan incontinencia.
Sin embargo, hizo hincapié en evitar malos tratos, gritos y manifestar incluso malestar o castigos por parte de los padres, pues en lugar de beneficiarles les va a perjudicar.
“No hay niño que domine completamente el arte de ir al baño solito sin antes tener una serie de pequeños ‘accidentes’. No se logra nada enojándose o castigando al niño si no quiere quitarse el pañal, sentarse en su bañito, si se hace pipí encima o si enfrenta cualquier otro contratiempo.
“Los obstáculos y las dificultades son algo natural en cualquier aprendizaje, y si nos enojamos y regañamos al niño sólo lograremos que le interese menos el entrenamiento, porque temerá cometer más errores y ser atacado nuevamente, empezaría a retener sus evacuaciones, lo que le causara estreñimiento y dolor, hay que respirar hondo, contar hasta diez y volver a intentarlo”, enfatizó.
Por último el especialista dio algunos sencillos consejos para que los padres enseñen a sus hijos a ir al baño de una manera más efectiva.
· Lo que se debe hacer es no empezar demasiado temprano, empezar entre los 18 y 24 meses.
· Empezar en un momento apropiado, no entrenar ante cualquier evento que altere la rutina a la cual el niño está acostumbrado, por ejemplo la llegada de un hermanito.
· No presionar o insistir demasiado, no hay que apresurar las cosas ya que esto le traería al niño otros problemas como estreñimiento, hay que motivarlo pero si no quiere no hay que insistir demasiado.
· Jamás castigarlo o regañarlo, solo traería desinterés y frustración y eso no es lo que quieren los padres para los hijos.