Adolescente ligeramente embarazada
Pese a la información que se ofrece en las escuelas sobre planificación familiar y embarazos no deseados, en la mayoría de los hospitales del Sector Salud en la Región Lagunera, el 40 por ciento de los embarazos atendidos es de mujeres menores de 19 años.
La doctora Tomy López Cháirez, del Hospital General de Madero, Coahuila, menciona que en ese nosocomio han atendido embarazos de adolescentes de 13 años.
Los embarazos en las adolescentes, alerta la doctora, implican serios riesgos para la salud tanto de la madre como el producto y son considerados de alto riesgo.
En este tipo de embarazos, por lo general hay partos prematuros, amenazas de aborto, abortos y un problema muy frecuente es la preeclampsia y eclampsia, patología grave en las adolescentes y que se refiere a la hipertensión arterial.
En cuanto a los riesgos para el producto, se destaca la desnutrición o malformaciones congénitas debido a que la gran mayoría de las jovencitas o adolescentes embarazadas no toman ácido fólico, que es una de las formas de prevenir enfermedades.
Hay también otro tipo de riesgos que afectan de manera directa a las adolescentes que tienen un embarazo no deseado, pues genera baja autoestima, deserción escolar y conflictos familiares que en ocasiones suelen ser muy fuertes.
La jovencita siente que se le viene el mundo encima, piensa en diversas acciones, como el aborto y en ocasiones es aconsejada por su amiga o amigas, pero esto puede ser más peligroso todavía.
“¡Ahora se casan!”
Por lo general, dice la doctora López Cháirez, los padres del niño que está por llegar, no asumen su responsabilidad al ser enterados de la situación y optan por hacerse los enojados para evadirse. Hay incluso algunos que se defienden diciendo que quizás ellos no son los verdaderos padres.
Cuando los padres de la muchacha embarazada se empeñan en que el joven que tuvo la relación con su hija, se case, lo más seguro es que ese matrimonio forzado se vaya al fracaso en el corto tiempo, pues ni uno ni otro están preparados para tener una responsabilidad de esa magnitud y es posible que ni enamorados estén.
En todo caso, advierte la doctora, es muy importante que la madre hable con anticipación con su hija sobre el riesgo de tener relaciones sexuales y se gane su confianza para que la jovencita le haga las preguntas que quiera, sin ningún temor a sentir rechazo.
Enfermedades
Las enfermedades de transmisión sexual es otro problema que llega a presentarse entre las jovencitas que practican el sexo con su pareja e incluso con otros hombres y va desde la aparición de hongos hasta el Sida.
Lo ideal es la prevención, el apoyo que las hijas e hijos adolescentes deben sentir de sus padres por medio de la comunicación.
A las jovencitas y jovencitos les nace la curiosidad natural sobre las relaciones sexuales y quieren experimentar, además que hay mucha información distorsionada sobre el sexo en Internet y por ahí suelen presentarse los problemas.
Algunas jóvenes experimentan sentimientos de soledad, de poca confianza en sí mismas que intentan suplir con las relaciones íntimas, pues existe una escasa o nula comunicación con sus padres o con las hermanas mayores, sobre todo en lo concerniente al sexo, lo cual en ocasiones les lleva a buscar la opinión y el consejo de otras jóvenes de su edad, con su misma inexperiencia y falta de correctos patrones de conducta.
Entre las madres adolescentes existe un factor común a todas ellas; una mala historia de rendimiento escolar. Además, las jóvenes incluidas en programas de educación especial tienen más riesgos de tener un embarazo en su adolescencia.
Las estadísticas muestran que hay mayor número de embarazos en adolescentes cuyas familias están separadas o con un solo progenitor.
El 60 por ciento de las jóvenes madres pertenecen a familias cuyos padres están separados y el 40 por ciento no ha vivido nunca una situación familiar estable.
En el mismo sentido, se comprueba que el embarazo precoz es más frecuente en jóvenes cuyas madres son solteras o lo eran al concebir a su hija, o que, a su vez, habían tenido hijos a una edad muy temprana.
Violación
La mujer víctima de violación, más allá de proceder por la vía legal contra el agresor, es muy importante que la afectada hable con sus padres o familiares que le puedan ayudar a falta de éstos y sepa cómo proceder para evitar mayores riesgos.
Se le debe ofrecer todo el apoyo moral tanto a la madre como al bebé, sobre todo al tomar en cuenta que ambos son víctimas de una agresión de tipo sexual y van a continuar con una vida difícil que los podría afectar de manera severa en el aspecto emocional y sicológico.
El aborto en la adolescencia
El aborto entre adolescentes es un problema serio y se da con una mayor frecuencia de la que se cree. Dentro de los riesgos físicos que corre una adolescente por someterse a un aborto destacan la perforación del útero con algún instrumento médico que puede ocasionar nunca más poder tener hijos; el riesgo de la anestesia, lo cual puede provocar paros cardio-respiratorios y la muerte; tejido retenido, el cual provoca serias infecciones, síndrome post-aborto con la formación de coágulos de sangre en el útero, mayor disposición a los embarazos ectópicos (cuando el bebé comienza a desarrollarse por fuera de la matriz), lo que puede ocasionar ruptura de las trompas de Falopio, infertilidad, hemorragias y hasta la muerte, entre otros.
Además de todas estas consecuencias físicas, existen las del tipo emocional al sufrir severos cuadros de depresión, sentimientos de culpa y un vacío interior muy difícil de sobrellevar.