Peligro. Para igualar los sabores y el grado de alcohol de las bebidas legales, los falsificadores utilizan metanol y el etilenglicol.
En México, seis de cada 10 botellas de bebidas alcohólicas son adulteradas, con una carga de metanol y etilenglicol que provocan en sus consumidores mareos, pérdida de la vista o la muerte.
La Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados propuso sancionar con hasta nueve años de cárcel la alteración, fabricación ilegal y venta de alcohol adulterado, no en beneficio de las empresas que las producen, sino de la ciudadanía.
El presidente de la comisión de Justicia en la Cámara de Diputados, el priista Humberto Benítez, dijo que las botellas adulteradas, que representan más del 50% en algunas ocasiones, se consumen generalmente en bares donde se oferta la barra libre.
El priísta explicó que la existencia de los mercados informales donde se adultera y falsifica el alcohol afecta directamente a la sociedad, al colocar en el mercado productos de baja calidad y dudoso contenido.
Y es que para igualar los sabores y el grado de alcohol de las bebidas legales, los falsificadores utilizan metanol y el etilenglicol.
"Principales sustancias para la adulteración de bebidas alcohólicas que causan alteraciones en la función del organismo, como intoxicación, náuseas, convulsiones, pérdida de la vista y hasta la muerte, con lo que se hace evidente que representan un problema de riesgo a la salud pública", dijo.
Lo anterior se suma al impacto químico en el comportamiento de quien consume una bebida adulterada, pues su efecto es la primera causa en las muertes por accidentes automovilísticos.
Además de ser motor de riñas callejeras y suicidios, deriva la depresión que provocan la combinación de metanol y el etilenglicol.
Actualmente, las áreas de procuración de justicia no tienen herramientas legales suficientes para sancionar la adulteración del alcohol, aunque sí detectan que el mercado es rentable.
