Jefes de policía de diferentes ciudades de Estados Unidos expresaron hoy al procurador general, Eric Holder, su preocupación sobre el impacto de la nueva ley de migración SB 1070 de Arizona.
La ley antiinmigrante de Arizona fue enmendada para prohibir el perfil racial, pero permite que la policía pregunte la situación migratoria de una persona detenida si tiene sospecha razonable que es indocumentada.
El jefe presidente de la Asociación de Jefes de Policía de Arizona, John Harris, dijo que grupos pro inmigrantes los pueden acusar de perfil racial, pero también enfrentarían juicios de quienes consideran que no están aplicando esa ley.
'La ley de Arizona nos pone en el medio, donde no queremos estar, sobre todo porque es responsabilidad federal' aplicar las leyes de migración, dijo Harris en una teleconferencia luego de una reunión de una hora con Holder.
El jefe de la policía de Tucson, Arizona, Roberto Villaseñor, sostuvo a su vez que la ley antiinmigrante entrará en vigor el 29 de julio próximo, pero que ya ha dividido a la comunidad con protestas diarias a favor y en contra.
Señaló que tras esfuerzos para un acercamiento a la comunidad, el crimen ha bajado, pero las divisiones ocasionadas por la nueva ley pueden aumentar el nivel de desconfianza y más bien aumentar la violencia.
'Todos aceptamos los problemas de migración, que el sistema es disfuncional, pero la solución se debe buscar a nivel federal, no a nivel local', puntualizó.
Las autoridades policiales de otras jurisdicciones también expresaron su preocupación por el impacto de la ley de Arizona en sus comunidades y propuestas de políticos locales que serían incluso más duras que la ley.
Rob Davis, jefe de policía de San José, en California, sostuvo en tanto que su departamento no tiene los recursos suficientes para aplicar la ley de migración porque su función principal es proteger a la comunidad y combatir el crimen.
De la misma manera, el jefe de la policía de Los Angeles, Charlie Beck, aseveró que medidas como las de Arizona inhibirían aun más al inmigrante a denunciar un crimen o ser testigos en la corte.
'Entendemos la frustración sobre migración y la falta de acción del gobierno federal', anotó Charles McClellan, jefe de la policía de Houston, en Texas.
Señaló, sin embargo, que su responsabilidad es 'mantener a todos seguros' frente a los crímenes en las comunidades, sin importar el estatus migratorio o si la persona es ciudadana estadunidense.
