Santos Laguna luchó anoche contra la adversidad, y con diez hombres durante 70 minutos logró darle tres grandes satisfacciones a la afición lagunera: un posible tercer lugar de la tabla general, el campeonato de goleo individual de Christian Benítez y la calificación a la liguilla, con grandes expectativas de pelear el título.
Anoche se cerró un capítulo con el triunfo de Santos Laguna por un gol a cero sobre Estudiantes UAG, después de no ganar en casa desde el sábado dos de octubre cuando venció al Toluca por dos tantos a cero. Ahora los aficionados se aprestan a disfrutar de la gran fiesta del futbol mexicana, en donde los Guerreros se han convertido en protagonistas imprescindibles.
Previo al encuentro se entregó una estatuilla al ex jugador Julio César Armendáriz, "El Guerrero Mayor'', quien desde ayer es nuevo huésped de los Guerreros de Honor. La gente le aplaudió en reconocimiento a su gran trayectoria con Santos Laguna durante nueve años, pues nunca lo ha olvidado por su entrega y pundonor en la cancha.
Al minuto nueve estalló el júbilo en las tribunas cuando Daniel "Hachita'' Ludueña consiguió la anotación del encuentro en una jugada individual, venciendo al guardameta Christian Martínez con un disparo de izquierda, que festejó la afición con gran algarabía.
Los tambores de La Tribu no dejaron de sonar y sus integrantes agitaban constantemente globos de color blanco y verde. De igual manera La Komún se hacía sentir con su enorme tambor en una de las esquinas del nuevo Estadio Corona.
La algarabía se transformó en protesta al minuto 20 cuando el árbitro Armando Archundia Téllez sacó la tarjeta roja, precedida de una amarilla, para expulsar al lagunero Oribe Peralta, quien en una jugada apretada golpeó con el pie en la nuca al guardameta visitante Christian Martínez.
"El portero raro'', por aquello de que Christian Martínez utiliza el número ocho, habitualmente para un medio volante, quedó tirado varios minutos en el césped, mientras el público lagunero le reclamaba al quisquilloso Armando Archundia su decisión.
La expulsión de Oribe Peralta causó cierto descontrol entre los Guerreros y se vivió un momento de angustia en las tribunas cuando Jonathan Lacerda perdió un balón que aprovechó Mauro Cejas y le ganó en el mano a mano a Oswaldo Sánchez para servir en "bandeja de plata'' al paraguayo Fredy Bareiro, cuyo disparo fue sacado en la raya de meta por Jonathan Lacerda, quien con esta salvada "lavó su error'', en lo que fue la mayor aproximación de los visitantes en el primer tiempo.
El panameño Felipe Baloy se resintió del muslo izquierdo dos minutos antes de la expulsión de Oribe Peralta, y hubo temor de que abandonara la cancha, ya que de inmediato empezó a iniciar ejercicios de calentamiento José Antonio "La Mona'' Olvera.
El manotazo de izquierda de Oswaldo Sánchez al minuto 68 en un remate de cabeza del guaraní Fredy Bareiro generó la tradicional ola en las tribunas para alentar a los Guerreros en los momentos en que Estudiantes se había volcado sobre la portería local.
Mientras que Carlos Darwin Quintero, quien entró de cambio en el segundo tiempo, desperdiciaba cuatro claras opciones de gol, Oswaldo Sanchez debía emplearse a fondo al minuto 86 en un tiro centro de Rubens Sambueza, que sacó del ángulo derecho en gran atajada, que el público premió con gran aplauso .
Los últimos minutos del encuentro fueron de angustia para los aficionados locales. Oswaldo Sánchez tuvo que agigantarse para evitar la caída de su meta y se "rifó el físico'' al minuto 87 para desviar a tiro de esquina un disparo bombeado de Fredy Bareiro, que pudo haber sido el gol del empate.
El silbatazo de Armando Archundia Téllez al minuto 93 puso fin al sufrimiento de los aficionados, que salieron contentos del Estadio Corona y desde anoche tienen un nuevo sueño: ver coronarse campeones de nueva cuenta a sus amados Guerreros.
Este aficionado de los Guerreros llevaba a uno de sus seres queridos para que aun después de la muerte apoyara al Santos Laguna. Afición apoya a Santos en la adversidad