Matías Vuoso anotó su gol ante su ex equipo pero no fue suficiente para la causa azulcrema. Afición no perdona a Matías Vuoso
Torreón, Coah.- No olvidan y mucho menos lo perdonan. La marca fue personal desde su salida a "calentar" y hasta su retirada, cuando literalmente le decía adiós al Apertura 2010.
La afición todavía recuerda aquel penal decisivo que falló Matías Vuoso en la final del torneo pasado frente a Toluca. Por eso, en todo momento presionó con todo al ahora americanista.
El "Toro" salió a calentar 20 minutos después de las 5 y desde ese instante sintió lo que es estar en "tierra de Santos". Una tremenda bulla lo acompañó hasta el terreno, donde junto a sus compañeros hacía los ejercicios necesarios para no sufrir lesiones una vez iniciado el encuentro.
Pero lo peor estaba por venir, pues para esas horas el Corona aún no lucía a su máximo esplendor. Todavía faltaban muchas butacas por ocuparse, en su mayoría debido al ya clásico embotellamiento de camino al estadio.
Así que para cuando las Águilas "saltaron" a la cancha el abucheo estalló sin control. Con el número 30, Vuoso salía con la firme intención de marcarle a su anterior equipo, aquel cuyos colores defendía apenas el torneo pasado.
Entonces la afición seguiría cada uno de sus movimientos, desde su primer toque antes de los 5 minutos de iniciado el partido, sus acostumbrados berrinches durante todo el encuentro y su desafortunada anotación, que ni tiempo tuvo de celebrar al 21 del segundo tiempo.
Cualquier toque y toda llegada. Como cuando empujó al defensa santista Jonathan Lacerda. La gente se le fue encima, demostrando que si Vuoso buscaba la redención por ningún motivo lo conseguiría y menos con esos arranques.
O como cuando remató de cabeza casi a los 30 del primer tiempo, pasando totalmente desviado para regocijo de la afición albiverde, que le echó con todo.
Para cuando metió gol a los 66 -el segundo de los tres que marcó América- la afición estaba más preocupada porque se acabara el encuentro, pero tampoco dejó de abuchearlo hasta el cansancio y empezó a apoyar con más ánimos al equipo local.
Ante tanta presión, casi le era imposible mantenerse concentrado y aunque erró una que otra jugada y se mostró nervioso en uno que otro movimiento, el "Mati" sacó a flote su aplomo, que hasta le dio para anotar.
Un buen gol que la afición mucho menos perdonó. Y Vuoso no festejó, se limitó a tomar el balón para correr al medio campo y continuar con el ritmo del partido a la brevedad.
Con gol, empate y todo, América se quedó fuera de la final y Matías Vuoso no tuvo de otra más que atravesar cabizbajo todo el terreno de juego rumbo a los vestidores. A su camino, otra vez los gritos, reclamos y demás. Serio, pensativo, sin duda alguna dolido. La pregunta es: ¿le dolió más que las Águilas le dijeran adiós al Apertura o que se despidieran del torneo precisamente frente a Santos?.