Pese a la derrota, los seguidores albiverdes se dieron cita en el aeropuerto para manifestar su apoyo al equipo. Tras horas de espera se quedaron plantados, sin posibilidad de saludar a sus ídolos. (Fotografías de Jesús Galindo López)
Frustración, desilusión y hasta coraje, experimentaron los alrededor de 250 seguidores santistas que se dieron cita anoche en el Aeropuerto Francisco Sarabia para recibir al equipo Santos Laguna.
Tras varias horas de larga espera, los seguidores albiverdes, entre ellos familias y un buen grupo perteneciente a la "Komún'', entonaron cantos, bailaron y lanzaron porras al equipo de sus amores y de alguna forma hicieron menos pesada su espera, todo ello con sólo un objetivo, manifestar su apoyo y solidaridad a sus ídolos en el momento más difícil, la derrota en la gran final ante los Rayados de Monterrey.
Así, durante un buen rato, las familias laguneras desfilaron por las instalaciones del aeropuerto local, ya fuera ondeando las banderas o entonando cantos alusivos al Santos Laguna.
Mientras el tiempo transcurría y el frío se acentuaba, muchos de los visitantes optaban por el retiro, aunque otros tantos llegaban con la esperanza de ver aparecer por los pasillos a los jugadores.
La constante fue la incertidumbre existente sobre la hora precisa de la llegada, si habrían de salir por la sala o alguna de las puertas alternas.
Los elementos de seguridad que regularmente trabajan en el TSM se hicieron presentes en el puerto aéreo y fueron desplegados en diferentes puntos y ante las insistentes preguntas de los aficionados por la llegada del equipo, su respuesta fue siempre negar cualquier dato al respecto, alegando desconocer algún detalle.
Fue hasta las 0:15 horas de hoy lunes que arribó el vuelo procedente de la Sultana del Norte, aunque para sorpresa de los cientos de seguidores albiverdes, la delegación abordó en la misma plataforma tres autobuses para tomar la salida sin pasar por la sala de arribo, donde se les tenía preparada una calurosa recepción.
Al darse cuenta de ello, los simpatizantes de la escuadra guerrera se dirigieron a la salida situada a un costado de la sala, sin embargo, su sorpresa fue mayor al darse cuenta que los autobuses salían por una puerta alterna que da directamente al bulevar Juan Pablo II, a varios cientos de metros de donde estaba el grupo de apoyo.
DECEPCIÓN Y CORAJE ENTRE SEGUIDORES ALBIVERDES
Tras darse cuenta que luego de horas de espera, simplemente no tendrían oportunidad de ver a los jugadores aunque fuera a la distancia, la decepción de los seguidores del equipo lagunero se transformó en coraje por la impotencia que sentían.
"No se vale, todavía que juegan mal y pierden, venimos a darles nuestro apoyo y nos hacen esta chin...'', decía uno de los frustrados santistas mientras de la mano de su hijo se alejaba del aeropuerto.
Otros más se decían dolidos por esta actitud, ya que durante toda la temporada habían comprado boletos para apoyar al equipo y ahora ni siquiera se habían dignado saludarlos a su arribo a esta ciudad.
A la salida del puerto aéreo, las tres unidades de transporte tomaron el bulevar Juan Pablo II para dirigirse al Libramiento Periférico y después a la autopista Torreón-San Pedro.
Fue un recorrido rápido por esta vía, seguidos apenas por unos cuantos vehículos, cuyos ocupantes deseaban simplemente ver y saludar a los jugadores, aunque fuera de lejos.
Una a una, las unidades se internaron en las entrañas del Estadio Corona, donde se ofreció una cena a los jugadores, directivos, cuerpo técnico y, desde luego, a las familias de los miembros del club albiverde.