Unión. Miembros de la Iglesia lamentan agresión al sacerdote Antelmo Benítez.
Existe indignación entre la comunidad católica de la ciudad de Durango por los hechos suscitados la noche del 1 de enero del año en curso, donde Antelmo Martín Benítez Marín, párroco del Templo de Nuestra Señora de Talpa, en la colonia Jalisco, fuera agredido físicamente.
El vocero de la Arquidiócesis de Durango, presbítero Víctor Manuel Solís, informó que su homónimo recibió duros golpes en el cuerpo, produciéndole considerables fracturas; teniendo como propósito robarlo, pues de su casa sustrajeron dinero y otros objetos.
Señaló: "por tal acontecimiento la Arquidiócesis de Durango repudia la agresión a este párroco de nuestra ciudad, quien se distingue por su generosa entrega a la comunidad".
Víctor Manuel Solís señaló que todo atentado a cualquier sacerdote es un atentado a la Iglesia misma, y esto lastima a la comunidad.
El vocero de la Arquidiócesis habló en nombre de la comunidad para manifestar su deseo ferviente que se dé diligente seguimiento a este caso por parte de las autoridades.