El presidente estadounidense Barack Obama se reunirá el jueves en la Casa Blanca con varios ex secretarios de Defensa y de Estado de ambos partidos para obtener apoyo en la ratificación de su debilitado tratado de reducción de armas nucleares con Rusia.
Los invitados a la reunión en la Sala Roosevelt incluyen a la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado John Kerry, el senador Richard Lugar y ex senador Sam Nunn, y los ex secretarios de Estado Madeleine Albright, James Baker y Henry Kissinger, entre otros.
La Casa Blanca dijo que Obama quiere discutir los motivos por los cuales es de interés nacional que el Senado apruebe el tratado este año, una maniobra que un senador clave republicano ha descrito como prematura.
La Casa Blanca ha organizado una campaña para impulsar la ratificación del documento. Obama lo considera una prioridad de su política internacional. El secretario de Prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo el miércoles que cree que el nuevo tratado, llamado START en inglés, será votado a favor en las actuales sesiones del Congreso.
El tratado reduciría los arsenales de armas nucleares de Rusia y Estados Unidos y revitalizaría las inspecciones que cesaron cuando un tratado previo expiró hace casi un año.
El senador Jon Kyl describió el pacto el martes como un fuerte contratiempo para el país y se posicionó en contra de votarlo este año. Kyl, quien ha pedido más dinero y atención para mantener y modernizar el arsenal, dijo que se necesita más tiempo antes de ratificar el documento.
"Hablamos de buena fe", dijo el republicano a los periodistas el miércoles.
El tratado tiene el apoyo de algunos republicanos moderados pero la oposición de Kyl dificulta seriamente su ratificación ya que muchos miembros del partido querían el consentimiento de Kyl antes de ofrecer su apoyo a la propuesta.
Se necesitan 67 votos para la aprobación, así que los demócratas necesitan al menos ocho votos republicanos para la ratificación en el actual Senado. Una vez el nuevo Senado, escogido en las elecciones de este mes, sea establecido en enero, los demócratas necesitarán el apoyo de al menos 14 republicanos.
"El presidente continuará presionando esto y cree que el Senado debería decidir sobre la propuesta antes de irse a casa", dijo Gibbs a los periodistas en la Casa Blanca.
El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, emitió un comunicado el miércoles pidiendo una acción rápida sobre el tratado y aseguró que estaba "perplejo" por la posición de Kyl.