¡Ahí viene el monstruo... de látex!
Sábado. Dos de la tarde. No hay nada que ver. Bueno sí, la película de Pepito y Chabelo contra los Monstruos.
Han pasado más de 20 años desde aquellos días. Disfrutaba de una bonita niñez donde me “chutaba” rigurosamente una película mexicana por el Canal de las Estrellas… sí, de esas cintas familiares y de “acción” con chafísimos efectos especiales, pero que no me podía resistir a ver…
La manera de realizar esas criaturas en las que los cierres de los trajes quedaban al descubierto, están inspiradas en Japón, en el Tokusatsu, que significa “efectos especiales”. Es normalmente usada para referirse a programas de televisión y películas japonesas en live action que usan efectos.
El lagunero crítico de cine Max Rivera lo explica mejor. “La definición se limita a la acción en vivo, no animación. El género nace a mediados de los 50, con la larguísima serie de Godzilla, que es creación de Eiji Tsuburaya e Ishiro Honda. Su principal aporte al cine es el uso de actores en traje de monstruos, que se pasean amenazantes sobre maquetas de ciudades y carritos a escala. En el género también se incluyen series de telévisión como Ultraman y Kamen Rider”.
Hoy el estilo persiste. Un ejemplo son los Power Rangers, destilado del género que conserva su esencia, sus virtudes y sus muchos defectos.
“Es fácil menospreciar al Tokusatsu y su falta de refinamiento, pero hay que aquilatar sus logros e influencia. Es una opción muy económica para hacer cine de monstruos, con mínimo costo de postproducción ya que la mayoría de los efectos se hacen en vivo, y con alto grado de talento artesanal, aplicado a maquetas, vestuario, pirotecnia y efectos mecánicos”, agrega Rivera, quien escribe la columna Cinecrítica, para la sección Espectáculos de El Siglo de Torreón.
“Al público sofisticado, maleado por las pantallas verdes y las computadoras, puede parecerle primitivo y risible. Pero hay que recordarles que no nacemos exquisitos ni cosmopolitas. El Tokusatsu encanta a los niños pequeños, quizá a nivel subconsciente, por la conexión directa con sus propios juegos y recursos. El Tokusatsu se siente cercano a la imaginación infantil, con física y texturas reproducibles en la recámara, con sus juguetes. Puede ser. Que algún psicólogo me corrija si me equivoco.
“La estructura dramática del Tokusatsu no es de altos vuelos, tampoco. Los diálogos y la moral, en su concepción del bien del mal, están totalmente al alcance de la comprensión infantil. Quién dude de la persistencia del género, puede convencerse echando un vistazo a las ventas de Bandai.
Divisiones
Los monstruos, espíritus, demonios, fantasmas, súpervillanos y personas de tamaño normal que se transforman en criaturas gigantes son los géneros del Tokusatsu: Henshin Heroes (del que se desprende,entre otros, el Kamen Riders), Kyodai Heroes (Ultraman), Sentai, DaiKaiju (Godzilla), Metal Hero (del que se deprenden Space Sheriff, Cyborg Heroes y Rescue Heroes), Heroinas (Poitrone, PGSM), Seishin “heroes” (Justirisers) y Ryukendo.
Su influencia en el cine nacional
Max Rivera explicó que la similitud con el cine mexicano de los 60 es el bajo presupuesto, pero los monstruos clásicos del cine nacional no son gigantes. Mantienen con el Tokusatsu la coincidencia de que llevan por dentro un actor acalorado y por fuera peluche, hule y algún zipper visible, pero suelen ser de escala humana.