'Ahora soy otra persona'

Está a punto de cumplir 50 años y se siente más motivado que a los 20. De niño, Nicolás Díaz Soto no tuvo la oportunidad de ir a la escuela porque tenía que trabajar "en la labor", además de que una enfermedad ocular dificultaba su visión. Recuerda que fue en 1982 cuando emigró de Canatlán decidido a buscar un mejor futuro; se fué en busca del sueño americano a los Estados Unidos y también probó suerte en Monterrey.

Después de varios años, decidió regresar. Actualmente vive en Durango y es empleado del departamento de áreas verdes de Servicios Públicos Municipales.

Ayer, en el Día Internacional de la Alfabetización, recibió la constancia que acredita que ya aprendió a leer y escribir. Pero más que el reconocimiento, se siente orgulloso por haber logrado algo que no imaginaba que podría realizar. "Antes de ir a la clase yo no sabía nada. Ahora que voy siento bonito porque cuando salgo de la escuela soy otra persona", afirma.

Su maestra comenta que, al principio, Nicolás era una persona retraída y ahora es de los que más participan. Y es que, la educación dignifica.

"Ahorita que me dieron la oportunidad en el trabajo ahi la llevo poco a poco y me siento diferente. Me siento muy orgulloso", dice.

Y recuerda las dificultades a las que se enfrentó siendo parte de la estadística de analfabetas. "No sabe uno buscar un domicilio. Ahorita ya más o menos ubico pero antes me perdía. Cuando uno no sabe leer ni escribir es como si anduviera vendado. No sabe nada, ahora ya puedo leer y enterarme de las cosas que pasan en otros lados", menciona.

Su familia también está orgullosa. Su esposa le ayuda con sus tareas y lo corrige cuando se equivoca. También sus hijos se sorprenden al escuchar leyendo a su papá.

No se conforma y tiene el firme propósito de seguir estudiando. Actualmente está en la primaria pero espera continuar con la secundaria e incluso la preparatoria. "Hasta que me den la oportunidad de seguir en la escuela voy a seguir", afirma.

 LUCHAS DE ANALFABETAS

En el Día Internacional de la Alfabetización, el titular del IDEA, Gabriel Arce Rodríguez destacó que los movimientos sociales más importantes en México -la Independencia y la Revolución- se nutrieron de analfabetas. "La Revolución de 1910 fue un grito desesperado de las grandes masas de campesinos e indígenas analfabetas, incluyendo innumerables caudillos que exigían tierra, alimento, educación y trato digno", mencionó.

En México, seis millones de personas son parte de la estadística de analfabetas. En Durango hay casi 47 mil. Es decir, cinco de cada 100 habitantes de 15 años y más no saben leer y escribir, a nivel nacional la proporción es de ocho de cada 100.