La organización Aministía Internacional (AI) celebró la liberación ayer miércoles de las mujeres indígenas Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan y pidió al gobierno de México se asegure de que reciban una reparación adecuada por los más de tres año y medio de 'injusta prisión' en su contra. (Notimex)
La organización Aministía Internacional (AI) celebró la liberación ayer miércoles de las mujeres indígenas Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan y pidió al gobierno de México se asegure de que reciban una reparación adecuada por los más de tres año y medio de "injusta prisión" en su contra.
AI destacó las "las graves irregularidades" en el proceso de las mujeres indígenas, quienes fueron condenadas a 21 años de cárcel por el supuesto secuestro de seis agentes federales durante un operativo para decomisar piratería en el tianguis de Santigo Mexquititlán, en Querétaro.
"(Las irregularidades) eran evidentes, sin embargo, ambas pasaron más de tres años y medio de injusta prisión debido a la persistente convicción de la Procuraduría General de la República y el poder judicial sobre su culpabilidad", denunció el organismo defensor de los derechos humanos.
AI sostuvo que ha documentado la forma en que la PGR en ocasiones, "impulsa y persiste en la acusación infundada de personas" en razón de su identidad o por la libre manifestación de sus ideas.
"Es hora de que la Procuraduría General de la República reconozca la
conducta violatoria de los derechos humanos en este caso y se asegure de que casos como el de Teresa y Alberta no se repitan", señaló Alberto Herrera, Director Ejecutivo de AI México.
De igual forma, el organismo hizo un llamado a las autoridades mexicanas para que revisen los casos de los "presos de conciencia" Raúl Hernández Abundio en Guerrero; Joaquín Aguilar, Sara López y Guadalupe Borja en Campeche y ordenen su libertad "inmediata e incondicional".
La tarde de ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la liberación inmediata de las indígenas queretanas Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, quienes habían sido sentenciadas a 21 años de prisión, por considerar que no se comprobaron ni se acreditaron los delitos que se les fincaron.
La Corte se erigió, por vez primera desde que fue reformada en 1994, en un tribunal de apelación para revisar una sentencia de un juez y emitir un veredicto de inocencia, a favor de las dos mujeres
Indígenas y ordenó su "absoluta e inmediata liberación".