Aléjate del sobrepeso

Llega la temporada navideña y con ella mil y un riesgos de salud que son pasados por alto entre fiestas y posadas que cobran una factura muy alta junto a la cuesta de enero. El sobrepeso de fin de año es un mal tan común que ya ni siquiera es novedad.

Que no le engañen las chamarras y suéteres que encierran su figura durante casi tres meses; cuando los pantalones comienzan a ceder y hay que acostarse para cerrar la cremallera de los jeans, entonces inicia la preocupación sin saber que el problema se generó desde hace mucho tiempo.

La Ley es sencilla: evitar consumir más calorías de las que se gastan. En teoría es fácil, pero en práctica no lo es tanto y por ello se proponen diez ejercicios caseros que pueden contribuir a mantener el metabolismo activo y con ello, una figura decente hasta que el calor permita realizar actividades al aire libre o el frío no le impida regresar al gimnasio.

Es importante recalcar que hacer ejercicio mantiene funcionando el metabolismo, que es lo que nos hace bajar de peso. Sobreejercitarse en sesiones alternadas no ayuda para nada a contrarrestar la obesidad y causa una gran frustración que, adivine con qué se aligera… comida.

1. Subir escaleras

Según el instructor Gonzalo Jiménez, quien ha preparado a dos campeones de fisicoculturismo, “el mejor ejercicio cardiovascular casero es subir escaleras”. El entrenador aconseja seguir rutinas de diez en diez minutos. “Si hacemos varias sesiones de diez minutos, logramos más resultados que haciendo una consecutiva de media hora, por ejemplo. El chiste es mantener la circulación acelerada en determinados momentos del día para que lo que comamos se convierta en calorías quemadas y no acumuladas”.

2. Abdominales

Ni es necesario un gimnasio ni una rutina extenuante para tener un six pack de lujo (Six pack de abdomen, no de cerveza). “Primero, el abdomen se marca sólo cuando el ejercicio es constante, pero sí hay que dejar de lado las harinas y los refrescos. Si no se pueden suprimir del todo, entonces bajarlos al mínimo es esencial”. Gonzalo sugiere apoyar el empeine de ambos pies bajo la base de la cama o con la ayuda de alguien más, tomar un palo de escoba y estirar los brazos hacia atrás cuando se baja la espalda. Al momento de contraer el abdomen, se sitúa la escoba frente al cuerpo y se cuentan dos segundos en pose para repetir el ejercicio. “Con cuatro series de 25 repeticiones diarias se puede comenzar. Ya viendo resultados se pueden hacer cada tercer día”.

3. Baile

Con videojuegos, las estaciones de radio o sus CDs favoritos es suficiente. “No se necesita ser un bailarín profesional para quemar grasa. Lo único necesario es moverse al ritmo de la música y permanecer en movimiento 30 minutos”. Los más penosos pueden encerrarse; aunque si hay agallas de por medio, en diversos lugares públicos, como el Bosque Venustiano Carranza, se ofrecen clases a precios muy módicos. “Un buenmotivante pueden ser los canales de música que ofrecen los sistemas de cable. Si se sigue un patrón es más sencillo”, indica Gonzalo.

4. Pesas improvisadas

Un kilo de azúcar, un kilo de frijol, un litro de refresco… ¡¿Qué importa?! Es la misma medida. “Los brazos y las piernas pueden ser trabajadas con un poco de peso. Como son pocos kilogramos, es preciso hacer repeticiones numerosas. En el caso de los brazos, levantar el producto como si fuera una mancuerna es suficiente. Para las piernas es posible utilizar ligas y aumentar la tensión para levantar muslos y tensionar el glúteo”.

5. Limpieza hogareña

Barrer, trapear y sacudir en un mismo día consume muchas calorías. Reorganizar una habitación y cambiar muebles de cuarto, también. “Se trabaja la fuerza de brazos y piernas, estabilidad de la espalda y firmeza del abdomen. Lo que sí hay qué cuidar es que nuestra espalda esté derecha al cargar objetos y apoyarnos con todo el cuerpo al levantar cosas pesadas; alzar peso sólo con los brazos puede dejarnos con un fuerte dolor en la espalda”.

6. Caminata por la cuadra

Olvídese de los tenis mágicos que le harán perder peso. “Para bajar de peso no se necesita más que disposición y constancia. Si se comienza con caminatas de 20 ó 30 minutos, es más que suficiente. Si se alterna con buena alimentación, es ideal”. Las sesiones alrededor de la cuadra, si no hay mucha contaminación, pueden ser matutinas o nocturnas, trate de evitar el sol y los cambios bruscos de temperatura.

7. Planchar

Mención aparte de los quehaceres tenía la planchada. “Si es posible alternar los brazos con las prendas, es ideal, aunque no necesario. Entre menos calor tenga la plancha, más esfuerzo haremos. Los movimientos de colgar y descolgar prendas también es pesado para los hombros y por ello es un ejercicio excepcional para la parte superior del cuerpo. Lo bueno es que la atención se puede distraer del esfuerzo, puede conjugarlo con televisión o música sin que se afecte el ejercicio”. ¿La carga necesaria? Tanta como su cesto de ropa por planchar le permita.

8. Lavar el auto

No es la diversión mayor para las mujeres, pero entre los hombres es un excelente pasatiempo. “Aquí entra el ‘pero’ del gasto del agua, sin embargo, se puede realizar una vez por semana y mezclarlo con otros ejercicios incluidos en este listado. Si se pule el auto es mejor, es un esfuerzo para bíceps y tríceps intenso”.

9. Lavar a mano

Las cortinas, las playeras y demás pueden dejar de lado su lavadora un rato para darle pie a una sesión de brazos y pecho infalible. “Entre más grande la prenda, más agua se le adhiere y, por lo tanto, pesa más húmeda. Entonces dejar remojando la ropa un rato en la noche, puede aumentar el nivel del ejercicio. Tender la ropa, sobre todo si el área donde se secan las prendas, está en otro nivel, mejora la experiencia. Así se suman escaleras con fémur, pantorrilla y cuadríceps a la parte superior del cuerpo”.

10. Sobre ruedas

Mejor tener que desplazarse sobre ruedas que con ellas. Aproveche el tiempo libre para aprender a patinar o para retomar la bicicleta. Muchas personas poseen una estacionaria y es ideal, pero se privan del aire fresco, la vista y la convivencia sana. “A lo mejor la mayoría ya somos papás y tenemos qué salir con nuestros hijos… No crean que porque nos detenemos a cada rato gastamos menos energía. Estar al pendiente de los pequeños nos desgasta un poco más (dice entre risas)”.