En estados con fuerte presencia del crimen organizado, existen comunidades totalmente silenciadas por el efecto paralizante que genera el clima de violencia e impunidad contra los periodistas, concluyeron los Relatores de Libertad de Expresión de Naciones Unidas, Frank la Rue, y de la Organización de Estados Americanos, Catalina Botero, quienes ayer terminaron su visita oficial conjunta al país, iniciada el 9 de agosto.
"En algunos estados la autocensura ha alcanzado niveles tan dramáticos que la prensa local se ha visto obligada a silenciarse, y no registrar hechos de extrema violencia que ocurren en su localidad, los cuales son reportados, en el mejor de los casos, por la prensa nacional o internacional", señalan sus observaciones preliminares, expuestas en conferencia de prensa.
También externaron su preocupación de que en algunos casos "particularmente extremos", los grupos de narcotráfico han intentado activamente influenciar contenidos de los medios de comunicación, que si bien antes únicamente se daba en medos locales, ahora comienza a impactar a medios nacionales.
"Resulta urgente que el Estado mexicano adopte una política integral de prevención, protección y procuración de justicia", determinaron en sus observaciones.
La Rue pidió a las autoridades mexicanas no tomar los casos de asesinatos de periodistas con prejuicios de que los comunicadores mueren por estar involucrados en el crimen organizado, por lo que llamó a investigar y esclarecer los asesinatos de inmediato.