Ulises Rivera
.- Tarde soleada pero con viento, los tendidos registraron la acostumbrada entrada con ambiente festivo y sediento de Fiesta Brava. Resultando triunfador al cortar dos apéndices Alfonso Lozano de Guadalajara, Jalisco, secundado por el regiomontano Fernando Cantú al cortar una oreja. Con lo obtenido los dos novilleros se colocaron ya en el "Cartel de Triunfadores". Los alternantes José Pedro Rodríguez y el español Sergio Cerezos escucharon palmas.
Novillos toros de la ganadería Lagunera de Arturo Gilio; fundada en 1975, Divisa verde botella, rojo y negro, ganado bravo con presencia y empujando fuerte a los caballos, hasta el tercero que se lidió despitorrado. Los Parches y metales anuncian el paseíllo. El primer espada del serial José Pedro Rodríguez. Recibe a "Perlito" con largas y lo envía al caballo, el novillo acude con bravura al caballo, luego en el centro del ruedo el novillero realiza un quite por chicuelinas escuchando así el primer olé en el tendido. El novillero brinda la suerte de banderillas al respetable, el cónclave responde con palmas, del primer par se prende un arete y el novel espada sale libre de la embestida, el segundo es mejor colocado y aplaudido, el tercero al violín ante sonoras palmas.
Con la muleta el novillo embiste por derecha, la faena continúa en los medios por el mismo lado, con doblones y pases de pecho. Ejecuta suerte al natural y el burel protesta. El novillero a base de tesón lo mete en la muleta. Al momento de la verdad pincha en dos ocasiones, la espada se hunde en el tercer intento, el burel muere tras la puntilla. "Palmas".
De la puerta de chiqueros, salta al ruedo "Primor", es recibido con verónicas por el Novillero Español Sergio Cerezos, el novillo acude con bríos al corcel, la suerte de banderillas la ejecutan los subalternos. Cerezos brinda al respetable y deja la montera en la arena con los machos al suelo. Armado con la muleta inicia faena netamente derechista, el novillero faja el burel y torea en el sitio sin temor. Al momento de la verdad penetra la espada en el segundo intento. El burel muere al descabello. Por su valor y entrega Cerezos logra arrancar las "palmas" del respetable. Toca el turno al regiomontano Fernando Cantú, sale "Querendón" y el público protesta, pues el burel sale despitorrado del cuerno derecho. Cantú ejecuta verónicas, luego el burel acude con bravura al caballo, los banderilleros sin saber como ejecutan la suerte. Muleta en mano inicia faena toreando por naturales, luego por derecha y viceversa los olés se dejan escuchar. A pesar de su condición el novillo acude con bravura al engaño embistiendo alegremente la muleta, en el ruedo manda el regiomontano. Antes de la estocada ejecuta tres manoletinas y pase de pecho. Luego hunde la espada hasta los moños. El enemigo dobla y Cantú dando la vuelta al ruedo celebra la primera oreja del Serial "Soñando con la Victoria".
Salta al ruedo el último de la tarde, novillo de color castaño, con presencia y muy embravecido, denominado "Mar". El pequeño gigante Alfonso Lozano lo recibe de hinojos y lo envía a la suerte de varas. Aun con el capote ejecuta quites por Gaoneras rematados con el olé del respetable. El novillero motivado por el cónclave decide ejecutar la suerte de banderillas, el primer par en el sitio, el segundo emotivo por colocar banderillas cortas y el tercero al violín. Verdadera cátedra de entrega y valor a los subalternos, brindando emoción sin igual al respetable. Inicia labor con la muleta toreando de hinojos, continúa alegre y valiente en el centro del ruedo, con la roja barre al burel de pitón a rabo. Las notas musicales de Silverio Pérez engalanan el festejo. Mientras el novillero se juega la vida en busca de la victoria, el respetable recompensa su labor con las palmas. Después de un desplante muy torero ejecuta manoletinas y el burel hace por él empalándolo y arrojándolo por los aires, la oportuna intervención de las cuadrillas evita el lamentable percance. En la suerte suprema el novillero toca pelo y se moja los dedos. El novillo dobla y muere tras la puntilla. El juez otorga una oreja, ante la ferviente petición el del biombo otorga los dos apéndices al novillero triunfador. Alfonso lozano da vuelta al ruedo elevando al cielo el par de trofeos, ante las palmas y el grito de "Pony", "Pony", "Pony"... finalmente y cargado a hombros, triunfante abandona el ruedo de la Salvador Barrera.