Alianza eterna
Uno de los momentos más preciados en la vida de una mujer es cuando su príncipe azul le entrega el anillo de compromiso. Esta hermosa tradición se remonta al antiguo Egipto en donde las novias recibían un anillo de oro como muestra de una relación sería, el cual portaban en el dedo anular por la creencia de que la vena de ese dedo llega hasta el corazón.
Hoy en día el novio entrega a su futura esposa un solitario con diamante, esta tradición proviene de la antigua creencia de que su centello representa el “latir del corazón colmado de amor”.
El novio debe tomar en cuanta al momento de elegir un anillo de compromiso el tamaño de la mano de su futuro esposa, ya que una mano grande con un anillo pequeño o muy exquisito se perderá, por el contrario una mano pequeña con un anillo más tosco y con muchas piedras parecerá demasiando recargado. La misma regla se debe seguir con las argollas matrimoniales.
El día de la boda la novia debe recordar que tiene que lucir su anillo de compromiso en la mano derecha para que su prometido coloque su alianza matrimonial en la mano izquierda, y ya después deberá usar los dos juntos en el dedo anular izquierdo.
El estilo tradicional de los anillos matrimoniales es en forma de cinta con los bordes redondeados, aunque hoy en día existen muchos tipos: cuadrados, hexagonales, con combinaciones de oro, de platino, etc., en cualquiera de estos casos es importante tomar en cuenta el anillo de compromiso de la novia para que combinen.
SORPRÉNDELA
Un bonito detalle es grabar en el anillo de compromiso o las argollas matrimoniales una frase simbólica, un nombre o la fecha en el interior para que así este sea más especial, recuerda que éste será un símbolo de su amor infinito que perdurará eternamente.