Una dieta sana y bien balanceada, puede hacer la diferencia entre una vida sexual esporádica y de mala calidad, o sostener encuentros excitantes.
¿Qué le parece cenar unos tacos de suadero o carne adobada bien aderezados con salsa picante y cebollita? Y usted se come seis, así como dos refrescos dietéticos por aquello de que la tortilla engorda. Después de su cenita a gusto, decide tener un encuentro sexual y ¡oh, sorpresa!, las cosas no salen como planeaba: su pareja se enojó porque a usted le cayó de peso el ‘refrigerio’ y todo el ímpetu que le había presumido se desvaneció frente a sus ojos.
Esta historia es cosa de todos los días en el consultorio de un sexólogo. La dieta rica en grasas siempre significará un obstáculo adicional a saltar cada vez que los amantes quieren tener relaciones, porque los alimentos levantan o deprimen el ánimo sexual. Mucho se dice que los ostiones o los camarones son buenos para mejorar el desempeño amatorio y esa es una bonita mentira que se transmite de generación en generación. Lo que sí es cierto es que a la hora del coito hombres y mujeres enfrentan una lucha perdida de antemano si durante años han ingerido platillos grasosos en exceso, pues sus venas y arterias se encuentran repletas de grasa que disminuye u obstaculiza la circulación de la sangre, así la aterosclerosis hace su aparición y las dificultades para lograr y mantener la erección en el varón se hacen presentes, mientras que en la fémina la lubricación vaginal se presenta de manera deficiente o se termina bruscamente, provocando insatisfacción sexual femenina.
Pero la grasa no es el único punto a considerar a la hora de comer, los alimentos son el cemento con el que se construyen día a día los cimientos del cuerpo, los nutrientes ponen la base de los tejidos y todo nuestro sistema orgánico se sustenta en lo que comemos. Al elegir el desayuno, la comida o la cena, podemos ser nuestro peor enemigo o nuestro mejor aliado para la vida erótica, solamente es necesario ingresar al círculo virtuoso donde todas las acciones van encaminadas a obtener un óptimo funcionamiento físico y mental.
COMIENDO SABIAMENTE
En esta ocasión la Licenciada en Nutrición Eliana Ortega nos asesoró acerca de la trascendencia de comer racionalmente, llevando a nuestra boca platillos que nos provean de nutrientes y cimientos poderosos para estar sanos no sólo en el aspecto sexual, sino en todas las áreas de nuestra existencia.
Primero que nada es elemental mantener una alimentación baja en grasas saturadas y alta en fibra, reduciendo el consumo de productos lácteos y aumentando el de vegetales, frutas, legumbres, cereales, frutos secos y semillas. Es aconsejable asimismo tomar diariamente Lactobacillus acidofilus y Bifidobacterium bifidum; aunque sus nombres suenan raros los venden en las farmacias y supermercados, y mantendrán su intestino funcional y libre.
Recordemos que el organismo humano funciona sinérgicamente, es decir, a través de un apoyo cooperativo entre órganos y sistemas. Para dar un rendimiento de 100 por ciento en la cama se requiere que el cuerpo funcione igualmente de manera óptima; si desea conseguirlo hay algunos elementos que no debe olvidar incluir de forma balanceada dentro de su dieta, sin olvidar que el excesivo consumo de algunos de ellos puede perjudicar su salud.
-Zinc. Este noble mineral interviene en la digestión, crecimiento y reproducción. Está ligado directamente con la generación de energía. Se recomienda ingerirlo en almejas, ostras, nueces de Brasil, cacahuates, germen de trigo, sardinas.
-Selenio. Tiene efecto antioxidante y se encuentra en una serie de proteínas vitales llamadas selenio proteínas, las cuales poseen valiosas propiedades antiinflamatorias y protegen a las células del daño causado por los radicales libres. Algunos alimentos ricos en selenio son: frutos secos, pescado, mariscos, carne de res, cereales y verduras.
-Hierro. Permite que la hemoglobina funcione correctamente aportando oxigeno a todas las células del cuerpo. Lo encontramos en cereales, leguminosas y semilla de ajonjolí, entre otros productos de origen vegetal y animal.
-L-Arginina. Es un aminoácido precursor del oxido nítrico. Es muy importante para la función sexual del hombre y la mujer, ya que provoca la vasodilatación tan necesaria para la erección en él y la lubricación vaginal en ella. En el varón favorece además la producción de espermatozoides. Son ricos en L-Arginina los cacahuates, las semillas de girasol, las carnes, la leche y el huevo.
-Fitoestrógenos. Son compuestos no esteroideos de origen vegetal que presentan una similitud estructural con los estrógenos; recordemos que la disminución de éstos afecta la respuesta erótica en la mujer, dejándola expuesta a cambios de humor, ansiedad, pérdida del apetito sexual, etcétera. Una fuente de fitoestrógenos son las isoflavonas encontradas en la soya, que puede consumirse en forma de tofu, texturizado o leche de soya, o como suplementos en cápsulas o pastillas.
Asegúrese de comer diariamente al menos cinco verduras y dos frutas. Pida en su tienda predilecta que le provean vegetales cultivados ‘a la antigüita’, de los llamados orgánicos, sin insecticidas ni fertilizantes químicos que tanto contribuyen al cáncer y a bajarle la pila sexual. ¡Exija calidad y que le den lo que usted requiere, no lo que ellos deseen vender! ¡Su salud es primero!
Estos son solamente algunos de los consejos nutricionales que vale la pena llevar a cabo para alcanzar una vida sexual satisfactoria. Le sugerimos que visite a su nutriólogo, médico o sexólogo de confianza para obtener asesoría personal sobre sus hábitos alimenticios y de ejercicio, así como acerca de la frecuencia y duración de su actividad sexual. Recuerde: la vida sexual se acaba cuando se termina la vida, no antes.
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Fuente: Licenciada en Nutrición Eliana Ortega.