Agua en las casas. El agua entró a las casas de Sabinas, causando el desalojo de varias familias.
Después de la tempestad... sigue lo más pesado, la reeconstrucción. Ayer por fin las lluvias cesaron. El ayuntamiento de Sabinas, el municipio más afectado por el huracán "Alex", y diferentes instituciones de salud, por fin pudieron atender la contingencia sin la presencia de las precipitaciones, que aunque no la detuvo, sí la mermaba.
Las cifras de damnificados continúan creciendo. Hasta el día de ayer, las autoridades informaron que de las 10 mil casas que se contabilizaron afectadas en el estado, 8 mil 640 pertenecen al municipio de Sabinas.
Todavía en el transcurso del día se trabajó en las labores de desagüe en diferentes puntos aún inundados, sin embargo en la gran mayoría las labores que se realizan fueron de limpieza de las casas y calles.
A las afueras de las casas están las salas, comedores, televisores, refrigeradores y otros aparatos electrodomésticos que un día adornaron los hogares y sirvieron a sus habitantes, pero que hoy forman parte de la basura que dejó el río.
"Lo perdimos todo, la casa y los muebles, ahora estamos esperando que nos llegue algo de ayuda para levantar de nuevo nuestro hogar", dijo Laura García, vecina de la colonia Ramiro Ramos, ubicada a un lado del Río Sabinas.
Las casas de esa colonia y de otras más que se ubican a lo largo de 6 kilómetros a un costado del Sabinas quedaron inservibles. Están cuarteadas y en peligro de derrumbarse. El gobernador del estado Humberto Moreira, en su visita a Nueva Rosita anunció que se apoyaría estas familias para ser reubicadas.
A la fecha más de 3 mil familias continúan en los albergues. El municipio continúa con poco acceso por el cierre de varias carreteras. La carretera 57 que lo conecta con el sur del país, la más importante sigue cerrada por la cuarteadura de los puentes cuates. El único acceso es a atrvés de Piedras Negras y quienes van hacia Monclova lo atraviesan a pie un puente peatonal que cruza el Sabinas o sobre los puentes cuates y de ahí toman un "ride" para Monclova. El Sabinas no ha recuperado su nivel normal.
La desesperación comienza a hacerse presente entre los sabinenses quienes, una vez que vieron pasar el peligro, lo único que desean es regresar a su hogar, pero muchos nunca lo harán, al menos al que tenían.
