La cápsula Fénix 2, que rescatará hoy a los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte chileno, comenzó a ser preparada para su descenso a 622 metros de profundidad en una primera etapa que sólo contempla pruebas del mecanismo.
La cápsula es un contenedor cilíndrico de 250 kilogramos sin carga, con un diámetro de 54 centímetros y dotada de oxígeno, cámara de televisión y medios de comunicación que mantendrán un monitoreo permanente de los rescatados durante todo su viaje vertical.
El equipo está dotado de ruedas y mecanismos que facilitan su tránsito por el ducto, sin mayores tropiezos ni atascamientos, y está pintada con los colores nacionales chilenos, blanco azul y rojo, y además ostenta una bandera chilena.
También porta un pequeño monitor médico que medirá las pulsaciones y el nivel de oxígeno de cada uno de los mineros en su viaje hacia la superficie, trayecto que debería demorar unos 10 minutos.
De acuerdo a la planificación, tras las pruebas de la cápsula, un rescatista subirá ella para bajar a la mina para ordenar a los trabajadores y preparar a Florencio Avalos, el primer minero que será rescatado en el transcurso de las próximas horas.
Las autoridades estiman que el rescate de los 32 chilenos y un boliviano, quienes serán estabilizados en un centro asistencial de campaña y luego llevados por vía aérea a un hospital, tardará unas 48 horas.
