Gravedad. Las ondas rompen sobre la barrera de las islas de Santa María Parish, Louisiana, Estados Unidos.
British Petroleum (BP) ultimaba ayer los detalles para instalar una nueva caja sobre la principal fuga de crudo en el Golfo de México en medio de crecientes señales de posible negligencia antes del accidente que causó el desastre.
La compañía, que intentó instalar sin éxito otra caja de mayor tamaño, afirmó en un comunicado divulgado ayer que la estructura para recolectar el crudo se encuentra ya en el fondo marino y que espera completar su instalación "en los próximos días".
Advirtió, de todos modos, de que el éxito de la operación "no está asegurado" ya que un sistema como ése no se ha usado nunca a 1,500 metros de profundidad.
Mientras tanto, siguen fluyendo al mar al menos 800,000 litros de crudo a diario, en un derrame que comenzó el 22 de abril, dos días después de la explosión y hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon gestionada en concesión por British Petroleum.
BP prevé recolectar con el recipiente hasta el 85 por ciento de ese crudo y bombearlo posteriormente a un barco en la superficie, unos planes que se vieron frustrados en el primer intento ante la formación de gas cristalizado en el interior de la caja que obturó el conducto por el que debía transportar el petróleo.
La nueva caja se ajustará mejor sobre la fuga, lo que en principio dificultaría la entrada del agua gélida de las profundidades marinas que favorece la formación de cristales.
Por lo demás, la empresa informó que los costes relacionados con la limpieza y contención del derrame han alcanzado ya los 450 millones de dólares, frente a los 350 millones anunciados el lunes.
Según los últimos datos divulgados ayer, más de 530 embarcaciones trabajan en el esfuerzo conjunto de BP y el Gobierno de Estados Unidos para contener el derrame.
A eso se suman los más de 120 vuelos que se han realizado para rociar químicos dispersantes que fraccionan el petróleo en partículas pequeñas e impiden que este flote.
BP asegura que desde el inicio de la operación se han recogido 97,000 barriles de agua con restos de petróleo.
La campaña de contención incluye también la instalación de miles de metros de barreras flotantes para prevenir que el petróleo llegue a la costa.
El dispositivo humano incluye a unas 13,000 personas, entre empleados de BP, otras compañías y agencias del Gobierno.
Además, 16,000 personas se han registrado para participar como voluntarios en los cuatro estados que se ven amenazados por el derrame: Louisiana, Alabama, Misisipi y Florida.
La empresa divulgó anoche el primer video del derrame en el Golfo de México en el que se ve cómo un enorme chorro de petróleo fluye libremente al mar.
La compañía dijo haber hecho públicas las imágenes a raíz de la insistencia de los medios de comunicación.
Mientras tanto, sigue surgiendo información de que la empresa ignoró las señales de advertencia que revelaban la existencia de problemas en el pozo que exploraba para su posterior explotación en el área que bautizó como Macondo.
800
MIL
Litros de crudo se vierten al mar diariamente.
13
MIL
Personas laboran para detener el derrame.