Es Amalia una profesionista que compitió y ganó electoralmente para ocupar el despacho de los asuntos del gobierno de Zacatecas siendo postulada por el Partido de la Revolución Democrática, PRD, por cuanto al señalamiento que se le hace a la administración que ella encabezó, por el contralor interno de esa entidad Guillermo Huizar Carranza, quien le señala irregularidades e inconsistencias en la aplicación de más de 3 mil millones de pesos, durante el sexenio 2004-2010, según el resultado que arrojaron 23 auditorías. El 12 de septiembre tomó posesión el nuevo mandatario Miguel Alonso Reyes postulado por el PRI. Ambos, la ex y el actual gobernador se han venido dando hasta con la cubeta, si se usa el término coloquial que se refiere a una paliza boxística en un cuadrilátero.
Durante la campaña electoral, del ahora gobernador Miguel Alonso Reyes se incautaron 14 autos nuevos y dos autobuses; cuando Amalia tenía la sartén por el mango. El entonces director de Investigaciones Especiales de la Procuraduría estatal, Alberto Gaytán Espinosa, quien participó en la operación, fue detenido por órdenes del nuevo procurador como presunto autor de diversos delitos. A Amalia se le atribuye haber comprado cajas de botellas de mezcal a sobreprecio, lo que es un pálido reflejo se asegura, de la cantidad que se dice resultó de las auditorías practicadas por la contraloría. La ex gobernante reaccionó como los toreros valientes que reciben un achuchón del burel y se levantan engallados pidiendo a sus subalternos los dejen solos, sin siquiera limpiarse la sangre que tiñe su taleguilla, indicando Amalia que volvería a hacer los gastos que su administración realizó, aclarando que la revisión contable tiene evidentes tintes políticos.
Esto no sabemos cómo acabará si es que no acabó ya, como llamarada de petate, pues son paradigmáticos los casos del ahora ex gobernador de Puebla y del ex gobernador de Oaxaca y del ex de Veracruz, que son los más recientes aunque hay una larga lista desde los tiempos de Hernán Cortés, en los que nada se hizo para llegar al fondo del asunto, pasando por aquel gobernante que allá por los cincuenta en Campeche llegó al extremo de cargar con los archivos, negándose a rendir cuentas, huyendo al extranjero.
Lo que resulta lógico pensar que si el presupuesto lo dilapidan quienes gobiernan, en la mayoría de los casos durante seis años por que se carece de un verdadero control de gastos a pesar de que existan disposiciones legales y quienes están habilitados para auditar no lo hacen porque en la política mexicana su cargo se lo deben a quien reparte dones y gracias, como si se tratara de empleados que trabajan y cobran salario porque eran del equipo del mandatario en turno.
Uno de los efectos positivos de la alternancia de partidos en el poder es que se abran las cuentas del gobierno anterior y se prosigan si acaso se abrieron, las averiguaciones ministeriales por los delitos que se hayan cometido. Cuando más se utiliza como venganza política contra quien se pone a las patadas con Sansón, esto es con alguien que puede más que uno.
Un único caso que me viene a la memoria fue el del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, que fue detenido al ser acusado de lavado de dinero, narcotráfico y conspiración para introducir drogas a Estados Unidos, a cuyo país fue extraditado, encontrándose actualmente en Nueva York esperando su condena que puede llegar a ser cadena perpetua. De ahí que no se crea que el asunto pueda tener un final feliz, pero en el caso de Amalia suponiendo fuera culpable, las estadísticas le favorecen pues lógicamente si del montón de ejecutivos estatales sólo uno ha concluido en los tribunales, está a salvo, puede dormir tranquila.
