A sólo 10 días de las elecciones legislativas en Afganistán, la Comisión Electoral Independiente (CEI), reguladora de los comicios, decidió hoy cerrar decenas de centros de votación del oriente del país por razones de seguridad.
La decisión fue adoptada ante el incremento de la violencia y las recientes amenazas de la resistencia afgana del Talibán de boicotear y atentar contra quienes participen en los comicios, incluidos funcionarios, candidatos y electores.
Funcionarios de la CEI informaron que para evitar cualquier acto de violencia, 81 centros de votación de la oriental provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán, no abrirán sus puertas el próximo día 18.
Las autoridades electorales anunciaron con anterioridad el cierre de que más de 900 colegios, principalmente en el este y el sur del país centroasiático, que son consideraras como 'zonas peligrosas', según un reporte de la agencia informativa afgana PAN.
Un portavoz de la CEI indicó que inicialmente las autoridades habían planeado abrir más de seis mil 800 centros de votación, aunque el riesgo de que puedan ser blanco de ataques obliga a mantener cerrados muchos de ellos.
La falta de seguridad, sobre todo en los bastiones rebeldes del sur y este del país, donde varios candidatos han sido blanco de ataques en las últimas semanas, se perfila como el mayor desafío para la jornada electoral.
La resistencia afgana del Talibán amenazó el fin de semana pasado con sabotear las elecciones legislativas, que considera son sólo un pretexto para prolongar la ocupación en Afganistán.
'La votación es un proceso extranjero con el objetivo de justificar la prolongación de la ocupación de Afganistán y le pedimos a la nación afgana que la boicotee', afirmó el portavoz del Talibán, Zabihullah Mujahid.
En varias llamadas telefónicas a corresponsales internacionales en Afganistán, el vocero insurgente dijo que el Talibán hará todo lo necesario para bloquear los comicios legislativos, los segundos desde la caída del régimen del grupo fundamentalista a fines de 2001.
'Los talibanes utilizarían lo mejor de sus habilidades para bloquear las elecciones del 18 de septiembre. Nuestros primeros objetivos serán las fuerzas extranjeras y luego las afganas', sentenció el vocero insurgente.
Más de dos mil 500 candidatos se preparan para participar en las elecciones del día 18, en las que disputarán los 249 escaños en la Wolesi Jirga (Cámara baja del Parlamento afgano).
Los comicios son considerados una prueba clave de la estabilidad en Afganistán, donde la violencia vive su peor momento desde la caída del Talibán a fines de 2001, lo que ha llevado al presidente estadunidense Barack Obama a revisar su estrategia de guerra en ese país.
