América no supo aprovechar su condición de local y se tuvo que conformar con el empate 2-2 ante Pachuca. (Jam Media)
MÉXICO, DF.- Los tímidos abucheos del final del encuentro resultaron el mejor calificativo de lo que representa el punto conseguido el día de ayer por las Águilas. Jugaron con superioridad numérica durante más de media hora, pero sufrieron para rescatar el empate frente al Pachuca (2-2).
Está comprobado, la cancha del Estadio Azteca le viene bien a los Tuzos. Su peor versión durante los más recientes años se las ingenió para mantener la hegemonía sobre el América. Claro, el "empujoncito" que les dio Marco Antonio Rodríguez para ello resultó fundamental.
El penalty que señaló tras la acción protagonizada por Fernando López y Francisco Torres cambió el rumbo del cotejo. El "Gringo" vendió muy bien el contacto del zaguero crema y "Chiquimarco" Rodríguez compró. Fue el golpe anímico que necesitaban los visitantes.
La sequía goleadora concluyó 352 minutos después, gracias a la ejecución de Darío Cvitanich (41'). Con un hombre menos, el equipo dirigido por Guillermo Rivarola se fue al descanso con la paridad en el marcador.
Los fantasmas del dominio pachuqueño comenzaron a rondar el lienzo verde. De poco sirvió el magistral toque de billarista de Ángel Reyna (28'). Fue el gol nueve mil en la historia del "Coloso de Santa Úrsula", pero no alcanzó para encaminar a su equipo hacia la victoria.
El canterano americanista continúa su lucha personal por llenar la pupila de Javier Aguirre. Junto a Daniel Montenegro, pone la cuota de creatividad. El problema es que Antonio López todavía es muy joven para cargar con el peso de la ofensiva águila. Marcó la anotación que decretó la igualada final (66'), aunque no genera demasiado peligro en el área de los visitantes.
Eso explica que Reyna y el "Rolfi" Montenegro buscaran tanto a Alonso Sandoval. El "Negro" tuvo su primera tarde complicada con las Águilas. Los poco más de 30 mil aficionados que acudieron al inmueble se encargaron de recordarle sus dos grandes fallas cuando caminaba al vestuario. Si hubiera estado fino en el toque final, las Águilas le habrían arrebatado al Morelia el subliderato del Grupo Dos.
Gris despedida para Guillermo Ochoa de su casa. Fue el último partido del arquero en el Azteca durante este torneo.
