Un grupo de científicos europeos dice haber conectado con éxito una mano robot a un hombre que perdió un brazo, permitiéndole sentir la mano artificial y controlarla con su mente.
El experimento duró un mes y los científicos dicen que es la primera vez que un amputado puede hacer movimientos complejos utilizando pensamientos para controlar una mano biomecánica conectada a su sistema nervioso.
El equipo dirigido por italianos dijo en una conferencia en Roma que implantó electrodos en el brazo del paciente, quien perdió la mano y el antebrazo izquierdos en un accidente automovilístico.
Los electrodos fueron retirados después de un mes, durante el cual el hombre aprendió a mover los dedos robot y a hacer otros movimientos.
La prótesis no fue implantada en el paciente sino sólo conectada por medio de los electrodos. Durante la conferencia de prensa se mostró un video de Pierpaolo Petruzziello, de 26 años, mientras se concentraba para dar órdenes a la mano colocada a más de un metro, conectada a él sólo por electrodos.
"Es una cuestión mental, de concentración", dijo Petruzziello. "Cuando uno piensa en ella como la mano y el brazo propios, todo es más fácil".
Durante el mes en que tuvo conectados los electrodos, aprendió a mover los dedos robóticos de manera independiente, cerrar el puño, asir objetos y hacer otros movimientos.
"Algunos de los gestos no pueden revelarse porque eran muy vulgares", bromeó Paolo María Rossini, un neurólogo que dirigió el equipo que trabaja en el "Campus Biomédico", una universidad y hospital especializado en ciencias de la salud.
El proyecto de 2 millones de euros (3 millones de dólares), financiado por la Unión Europea, se completó en tres años y produjo varios informes científicos que han sido publicados o son remitidos a publicaciones prestigiosas, incluyendo Science Translational Medicine y Proceedings of the National Academy of Sciences, dijo Rossini.
Expertos no involucrados en el estudio dijeron a The Associated Press que el experimento era un paso importante para crear una interfaz entre el sistema nervioso y los miembros artificiales, pero que el desafío consiste ahora en garantizar que el paciente pueda usar el dispositivo durante años y no solamente un mes.
Después que Petruzziello se recuperó de la microcirugía a que lo sometieron para implantarle los electrodos en el brazo, sólo le tomó unos pocos días dominar el uso de la mano robot, dijo el paciente. Hacia el final del experimento, la mano obedecía los comandos del cerebro en el 95% de los casos.
Petruzziello, un italiano que vive en Brasil, dijo que "la sentía igual que una mano real".
Tardará por lo menos de dos a tres años antes de que los científicos traten de replicar el experimento con una prótesis de duración más prolongada, dijeron los expertos. Primero tienen que estudiar si los electrodos delgadísimos pueden ser mantenidos más tiempo.
Los resultados del experimento son alentadores, ya que los electrodos removidos del paciente no mostraban deterioro y bien podrían permanecer más tiempo, dijo Klaus-Peter Hoffmann, un experto biomédico en el Fraunhofer-Gesellschaft, el instituto alemán de investigación que desarrolló los electrodos.