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Anáhuac y Nuevo Laredo se levantan entre lodo

A la espera. En la imagen doña Wenceslada, quien espera recibir ayuda de las autoridades para reconstruir su hogar.

A la espera. En la imagen doña Wenceslada, quien espera recibir ayuda de las autoridades para reconstruir su hogar.

EL UNIVERSAL

Con la mitad de sus viviendas y comercios destruidos por la inundación provocada por el desbordamiento del río Salado, el municipio de Anáhuac se levanta entre el lodo una semana después de la tragedia que cubrió casi por completo este pequeño pueblo del norte de Nuevo León.

Poco a poco regresan quienes habían abandonado sus casas para no ser tragados por el caudal desbordado, pero sólo para enfrentarse a otra tragedia: reconstruir sus casas y sus vidas, ya que 3 mil viviendas resultaron completamente dañadas, otras tantas podrían ser reparadas.

Casi al borde de este aún crecido río se encuentra Wencesalada Vaquera García, de 75 años, y ha vivido en Anáhuac desde 1955, pero en ese tiempo no recuerda situación semejante, ya que el río se llevó todo lo que tenía.

Dice que el río ha crecido tres veces, pero nunca como en esta ocasión.

Sentada en una silla de madera y aferrada a un cuadro que rescató del agua, porque en él se le ve junto a sus hijos, por unos instantes fija la mirada en el río y narra cómo vivió la tragedia la madrugada del jueves pasado.

"Nos avisaron que el río iba a crecer, por lo que nos fuimos a quedar a la escuela primaria. Luego llegó el agua y todo se perdió, nada quedó".

Se niega a retirarse porque teme que lo poco que le queda se lo lleven los ladrones. Durante el día se refugia con unos familiares y por las noches regresa a cuidar sus pocas pertenencias.

La casa de Wencesalada la separa del caudal del río un talud de tierra de cinco metros de alto, pero la marca que dejó el agua en una de sus paredes indica que el nivel del crecido río subió otros dos metros más, a pesar de que está en la zona alta del poblado.

El desastre afectó también a Nuevo Laredo, Tamaulipas, porque dejó varados a mil vagones de tren que a diario cruzan por el destrozado puente de Anáhuac hacia el centro del país. Dicen los expertos que su reparación tardará una o dos semanas.

El puente es parte de la columna vertebral de México, porque representa casi la mitad del total de las exportaciones hacia Estados Unidos por ese medio.

Las carreteras también quedaron severamente dañadas, y con esto el comercio. Tan solo el paso fronterizo de Laredo concentra entre 35% y 40% de las exportaciones totales que realizan en el país miles de empresas de autopartes, electrodomésticos, granos, semillas y hortalizas.

Sin embargo, pese a que Anáhuac fue severamente dañada por la inundación, en Estación Rodríguez, poblado hermano separado por el río Salado, las afectaciones fueron mayores, ya que 75% de las viviendas fueron destrozadas, tal vez porque está casi al nivel del peligroso caudal.

Nueva alerta

La Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos pidió a los habitantes de los poblados de la Ribera del río Bravo, en los estados de Tamaulipas y Texas, que estén alertas "y tomen las medidas precautorias pertinentes" porque en las próximas horas se elevará aún más el caudal.

Ayer se incrementaron las extracciones de la presa Falcón, de Tamaulipas, de mil 125 metros cúbicos por segundo (m3/s) a mil 700 metros cúbicos, un 51%, aproximadamente.

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Escrito en: alex Anahuác

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