Premio. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, tras la entrega al mandatario brasileño del premio Nueva Economía Forum 2010.
La crisis económica y financiera mundial y el programa nuclear iraní fueron algunos de los temas destacados en la VI Cumbre UE-Latinoamérica y Caribe celebrada en Madrid y en la que los 60 países participantes hicieron una defensa del multilateralismo y de la reforma de las instituciones financieras.
La cumbre propició reuniones bilaterales entre los líderes y una intensa actividad diplomática.
También estuvo como invitado el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, quien trató con sus homólogos sobre el reciente acuerdo entre Turquía e Irán, con la mediación de Brasil para que Turquía enriquezca 1,200 kilos de uranio.
Erdogan pidió a la comunidad internacional que apoye el acuerdo con Irán. Tras expresar su convencimiento de que los problemas en torno al programa nuclear de Irán se pueden solucionar por la vía diplomática, Erdogan se declaró contrario a la imposición de sanciones a Teherán, porque, dijo, "nunca funcionan".
En la clausura de Cumbre de Madrid el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó que la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe deben "hacer lo necesario" para que el gran potencial de su relación se haga notar en el mundo globalizado.
Van Rompuy subrayó que "los líderes que se han reunido aquí representan más de 1,000 millones de personas, un tercio de los miembros de las Naciones Unidas y una cuota significativa de la economía mundial".
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró que "hemos logrado resultados, pero yo creo que no son suficientes. Siento que enfrentamos viejos problemas con viejas soluciones", y alertó que los "los problemas van más rápido que las soluciones en el contexto mundial".
Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reclamó "decisiones útiles" en las próximas reuniones del Grupo de los 20 y que éstas no se limiten a meros intercambios de impresiones.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que preside este semestre la UE, hizo eco de la preocupación de los gobiernos latinoamericanos por el impacto que está teniendo la crisis económica en los inmigrantes que viven en Europa y se comprometió a "responsabilizarse" de su situación.
"Tomamos nota, nos preocupa, nos responsabilizamos de ello", manifestó en su discurso de clausura de la Cumbre de Madrid.
Respondió así al llamamiento realizado al inicio de la reunión por la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien había expresado su preocupación porque en momentos de crisis económica la sociedad tiende a buscar culpables y pidió a todos los países que eviten conductas y "sanciones de leyes discriminatorias contra la inmigración".
"Como país integrante del G20, necesariamente deberemos abordar problemas que hasta ahora se han articulado en cursiva, como la regulación de capitales financieros, los bancos de inversión, de fiscalizadoras o calificadoras de riesgo y paraísos fiscales", dijo la presidenta argentina.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también se refirió al desafío de la crisis financiera global, que consideró un hecho "sin precedentes de alcance planetario".
"Tenemos que trabajar para que Cancún sea un éxito", recalcó Barroso, en referencia a la cumbre contra el cambio climático que tendrá lugar a finales de año en esa ciudad mexicana.
60
PAÍSES
Participaron en la Cumbre celebrada en España.
SEBASTIÁN PIÑERA
Presidente de Chile
