Asistentes. Los secretarios de Marina, Francisco Saynez (izq.) y de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, (der.) participaron en la reunión de ayer en Washington. En la imagen acompañados por el presidente Felipe Calderón. ARCHIVO
En medio de la escalada de violencia y de los intensos contactos militares entre México y Estados Unidos, los secretarios de Defensa y de Marina, general Guillermo Galván y el almirante Francisco Saynez, mantuvieron ayer una reunión de trabajo de varias horas en el Pentágono con el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Michael Mullen.
Durante este encuentro, desprovisto de ceremoniales y realizado en medio del más absoluto hermetismo, participó, además, el comandante Freddy Padilla, jefe de las fuerzas armadas conjuntas de Colombia, uno de los más reconocidos expertos en la lucha contra los cárteles de la droga y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En un escueto comunicado distribuido a los medios, el Pentágono reconoció que esta es la primera vez que los líderes militares de estos tres países se reúnen en Washington "para discutir sobre un amplia gama de desafíos a la mutua seguridad", incluidos "los esfuerzos contra los carteles de la droga y el crimen transnacional".
"Todos tenemos algo que aprender de cada uno. Y creo que nuestra experiencia compartida durante varios años, tanto con las fuerzas armadas de México como de Colombia, será muy aleccionadora mientras avanzamos frente a la amenaza de los cárteles de la droga", aseguró Mullen al término de un encuentro de varias horas y en el que los máximos responsables de las fuerzas armadas mexicanas y colombianas se negaron rotundamente a comparecer ante los medios y solicitaron incluso que las fotos tomadas por personal del Pentágono a su llegada no fueran distribuidas.
Según confirmaron fuentes oficiales familiarizadas con el encuentro, la reunión de Galván y Saynez con el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos tuvo como objetivo principal compartir experiencias con Colombia pero, además, pasar revista al programa de entrega, operación y entrenamiento de los helicópteros UH60L Blackhawk, cinco de los cuales ya han sido entregados por la empresa Sikorsky, pero que se encuentran en un nuevo proceso de ajuste según las modificaciones solicitadas por las fuerzas armadas de México.
Los helicópteros forman parte del equipo prometido como parte de la Iniciativa Mérida y que incluye un total de 8 aparatos, además de cuatro aviones CASA.
El encuentro en el Pentágono se produce en el contexto de un mayor intercambio de información de inteligencia entre México y Estados Unidos para hacer frente a los cárteles de la droga y del apoyo que el Pentágono ya ofrece a las fuerzas armadas mexicanas para la capacitación de pilotos de helicópteros Blackhawk así como un creciente asesoramiento en tácticas de contrainsurgencia, información e inteligencia, derechos humanos y justicia militar.
