Los Ministros de Transportes de la UE decidieron hoy dividir el espacio aéreo europeo en tres zonas y permitir que las que estén menos afectadas por las cenizas volcánicas procedentes de Islandia comiencen a reabrirse al tráfico a partir de mañana.
El ministro español de Fomento, José Blanco, en representación de la Presidencia de turno de la UE que ejerce este semestre España, explicó que la primera de las zonas es la que se encuentra en el núcleo central de las emisiones y en la que se mantiene la restricción absoluta.
La segunda, donde hay restos de cenizas, las operaciones se harán de manera coordinada por las autoridades de los Estados miembros de la UE.
En la tercera, la no afectada, "no habría restricciones de ningún tipo", afirmó el ministro español, que explicó que este reparto del espacio aéreo se decidió en colaboración con Eurocontrol, la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea.
La progresiva apertura del espacio aéreo en los distintos países se hará a partir de las 06.00 GMT del martes.
Y se hará de forma que en cada momento quede garantizada plenamente la seguridad, porque esa es "nuestra prioridad absoluta", añadió Blanco.
El ministro anunció también que se ha acordado con el Gobierno del Reino Unido la utilización de algunos aeropuertos españoles como plataforma para distribuir a los pasajeros británicos en vuelos transcontinentales, para facilitar la movilidad de unas 200.000 personas.
La UE busca, en lo posible, dar una respuesta coordinada a las necesidades de los miles de ciudadanos atrapados por el caos aéreo provocado por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla el pasado 15 de abril.
Para ello, los ministros acordaron, mientras no sea efectiva la apertura total del tráfico aéreo en Europa, solicitar a la Comisión Europea que contribuya a favorecer una ágil coordinación que permita la movilidad de los ciudadanos europeos a través de otros medios de transporte.
Blanco precisó que España ha llegado a un acuerdo en este sentido con Reino Unido, porque es el país que se encuentra en una situación más complicada que el resto de estados miembros de la UE con accesos por vía terrestre.
Respecto a las críticas de algunas compañías aéreas por la gestión de la crisis y las restricciones que han afectado a miles de pasajeros y pueden acarrear grandes pérdidas económicas, Blanco dijo que los ministros europeos no las comparten, pero que son conscientes de los daños que esta crisis está causando al sector.
Explicó que los Estados quieren tener un mejor conocimiento del tema, por lo que no será posible anticipar una respuesta antes de tener una base técnica para tomar las decisiones al respecto.
En cuanto a las posibles compensaciones al sector, el ministro dijo que no se tocó ese tema en la reunión de hoy porque la principal cuestión en estos momentos es garantizar la movilidad y la seguridad de los ciudadanos.