Proyecto argentino. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández (c), junto a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. EFE EFE
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner apoyó ayer la nacionalización de los medios de comunicación, con el fin de que éstos "defiendan los intereses del país", en uno de los más fuertes pronunciamientos que ha hecho en contra de la prensa.
"Sería importante nacionalizarlos, que se entienda bien, nacionalizar no estatizar", aclaró la presidenta durante la inauguración de una planta textil en la localidad bonaerense de Mercedes.
Un día después de anunciar obras para el avance de la red de televisión digital y horas antes de que la Cámara de Diputados aprobara por consenso el dictamen para debatir la nueva ley que regule la producción de papel de periódicos, la mandataria recordó que "muchos (medios) callaron durante la época del vaciamiento menemista", por lo que consideró que algunos sectores de la prensa deberían de "adquirir conciencia nacional". "Hoy se le pone el micrófono y la cámara de TV sobre los problemas del crecimiento, cuando taparon, ignoraron y muchas veces fueron cómplices de la política de entrega y subordinación sin decir una sola palabra, o sacar una sola foto", atacó la jefa de Estado, en un nuevo round de su ya tradicional enfrentamiento con las empresas periodísticas.
Más tarde, a su regreso a Buenos Aires, Kirchner encabezó en la Casa Rosada la presentación del anteproyecto para la regulación de la producción y comercialización de papel para periódicos, ahora en manos de Papel Prensa S.A. una sociedad en la que participan Clarín y La Nación.
Allí, la mandataria saludó que "diputados de otras bancadas hayan aprobado el dictamen, algo que me hace muy feliz" porque sólo las construcciones colectivas perdura. Recordó que el periódico El Independiente, de La Rioja, sufrió "por semanas que no le llevaran el papel para editar". La libertad de prensa no es un derecho de los medios, sino que es para la sociedad, dijo la mandataria, para quien "hay dos diarios que tienen de rehenes a los argentinos.