Tardaron casi 10 años. Pero al final la empresa Promotora Santa Fe logró que se le devolviera el predio conocido como El Encino, aquel que motivó una serie de juicios, entre los que destacan el que generó el desafuero de ex jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que las dos porciones del predio, que fueron expropiadas desde el 9 de noviembre de 2010, deben regresar a su dueño.
El máximo tribunal del país le ordenó al gobierno capitalino que le restituya la propiedad a la empresa Promotora Santa Fe.
Con esta decisión se le puso punto final a un litigio que duró 10 años, pero no sin que antes el tema dividiera las opiniones de los ministros del máximo tribunal.
El tema generó una discusión agria en la que los diversos ministros sacaron a colación los beneficios o perjuicios de las obras del Distrito Federal, el tránsito y las formas de solucionarlo.
Esto último porque una minoría, impulsada por el ministro Luis María Aguilar Morales, ordenó el pago de las porciones del terreno expropiadas, para que culminaran las obras y la sociedad se viera beneficiada con las mismas.
De arranque, como encargado del caso, el ministro Aguilar Morales le advirtió a sus compañeros que en caso de devolverse los terrenos, no se podrían concluir las vialidades que están enlazadas y que cruzan por la zona de El Encino, y, por tanto, se habría hecho un gasto público ocioso.
Esta propuesta, que partió de la base que se le causaría un daño mayor a la sociedad que el beneficio que obtendría la empresa, sólo tuvo el apoyo de dos ministros