Arno y los ojos de Rea
Hay críticos que confunden novedad con inercia y aplauden los malabares verbales en el vacío como si se tratara de hallazgos genuinos. En estos días arranca más aplausos saltarse las trancas y destrozar las reglas de un género literario que lograr productos bien armados a partir de las reglas establecidas.
En cambio, Arno y los ojos de rea revela que Magdalena Madero conoce muy bien cómo hacer una novela: no sólo selecciona con cuidado las palabras, también revela una estructura meditada. Pero hay mucho más en ese libro: con seis partes divididas en capítulos que se eslabonan como imágenes a lo largo de 484 páginas, los ojos verdes de una mujer y las cavilaciones de un escritor ligan decenas de historias que tocan ambientes muy distintos en épocas también diferentes: de las colonias acomodadas de Torreón al caos de las clínicas del Seguro Social, de los Diálogos de Platón a las sanguinolentas notas de los diarios vespertinos.
Bien conocida en La Laguna y aún fuera de ella por sus cuentos y poemas, Magdalena Madero confirma con esta novela una brecha abierta por libros como Juegos de amor y malquerencia, de Jaime Muñoz, Iniciación en el relámpago de Saúl Rosales: nuestra región se está convirtiendo en una fructífera cuenca literaria. Luego de cien años de ser ciudad, hemos vuelto la vista hacia nosotros mismos, y hemos comenzado a crear, al fin, nuestra propia mitología.
Arno y los ojos de Rea se vende en la librería del Fondo de Cultura Económica, junto al Teatro Isauro Martínez.