Un policía rumano, quien debería de estar patrullando las calles para evitar que los ciudadanos infrinjan alguna falta, fue sorprendido por sus compañeros en completo estado de ebriedad en horario laboral, situación por la que procedieron a arrestarlo.
El incidente que pudo haber pasado desapercibido causó gran revuelo gracias a que fueron los medios de comunicación los encargados de descubrir al agente, situación por la que sus compañeros se vieron obligados a proceder como si se tratara de cualquier otro ciudadano.