Mensaje. Héctor González Martínez instó a los fieles católicos a la humildad y servicio.
Durango
En un ajetreado día para las familias que acostumbran la tradicional visita de los siete templos, el arzobispo Héctor González Martínez exhortó a la comunidad católica congregada en la Catedral al servicio con amor, más que cualquier otra preocupación religiosa.
Ayer, Jueves Santo, el primer cuadro de la ciudad lucía rebozante de personas que caminaban de un templo a otro, mientras algunos vendedores les ofrecian folletos e itinerarios para facilitar su ruta y abundar en la tradición.
"A cinco pesos el itinerario para las siete misiones", ofrecía una mujer afuera de Catedral, mientras otros calentaban empanadas de maíz o exhibían sus dulces o botanas en el atrio del lugar.
Los cadetes de la Academia Municipal de Policía apoyaban la circulación vial y peatonal, e incluso estaban vigilantes afuera de las difrentes iglesias del primer cuadro de la ciudad.
El interior del templo lucía un lleno total, de creyentes que escuchaban con atención el mensaje de González Martínez, quien inició haciendo mención de la sustitución de la pascua judía en la que se sacrificaba un cordero, por el sacrificio del hijo de Dios.
Mencionó como la acción de lavar los pies era costumbre entre los judíos para limpiar el polvo de los pies de los viajantes.
EJEMPLO
Sin embargo, Cristo adoptó esta acción para mostrar a sus discípulos la importancia de la humildad y el servicio, al ser él, su propio maestro, quien los lavaba.
Conforme a la tradición católica, el Jueves Santo se recuerda la Última Cena, el Lavatorio de los pies (en este caso a cargo del Arzobispo), la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio.
Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que tiene a la humanidad, se quedó en la Eucaristía, para guiar a su pueblo en el camino de la salvación.
ACTOS
Para recordar las acciones de Jesús en la Tierra se celebraron.
MANDATO
Destacó el Arzobispo en su mensaje: El servicio con amor.