Poderío. Los rifles R-15 (imagen) son armas poderosas usadas por el crimen organizado. NOTIMEX
Seis minutos bastaron para que un comando asaltara la armería de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y se llevara 43 rifles AR-15 y 26 pistolas sin que nadie los detuviera o siquiera se diera cuenta de lo que ocurría.
De acuerdo con el secretario de seguridad estatal, Gustavo Zabre, los delincuentes no tuvieron que disparar para saquear las instalaciones -que tuvieron un costo de 360 millones de pesos- de hecho, reconoció, entraron por una de las puertas y los guardias hasta les abrieron creyendo que eran agentes.
El funcionario aceptó que el Complejo de Seguridad Pública, que alberga a la Escuela Estatal de Seguridad Pública, los laboratorios de criminalística de la Procuraduría de Justicia, la morgue y el Centro de Mando de la Policía Estatal, estaba custodiado en ese acceso por 4 guardias privados, es decir, que no portaban armas ni pertenecen a la institución policiaca estatal.
Los hechos, detalló, ocurrieron a las 2:30 del lunes, cuando los hombres con uniformes oficiales llegaron a la puerta lateral del inmueble conocido como C-4 y pasaron por la caseta de vigilancia a bordo de una camioneta Dodge Ram color blanco, como las que usan los agentes de la Cipol (Policía Estatal).
Pasaron por un costado de los dormitorios de la academia de Policía y se dirigieron directamente a la armería que estaba abierta, en la que se resguardan los rifles de los agentes que salen de turno.
Tras someter a un guardia que había en esa zona del complejo, forzaron las dos puertas metálicas tras la que se resguardan las armas.
Seis minutos después de ingresar, añadió Zabre, salieron del sitio con 69 armas largas y cortas.
"Es un hecho que nos deja muy mal parados", lamentó el jefe policiaco. Este es el segundo hecho delictivo del que la Secretaria de Seguridad es víctima en menos de una semana, ya que el pasado lunes 20 un comando hizo estallar siete patrullas cuando se encontraban en una taller particular para su mantenimiento mecánico de rutina.
Tras ese ataque, el director de la Policía Estatal, Saúl Hernández, pidió licencia y se ausentó del encargo para ya no regresar. Dicho permiso se empata con la desaparición legal de la corporación, que habrá de ser fusionada a partir del 5 de octubre con la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Sobre el robo de los fusiles AR-15 se dio a conocer que las 30 personas que estaban presentes en el Complejo de Seguridad, entre agentes, personal de radio y soldados del Ejército, todos fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Procuraduría de Justicia para que rindan su declaración.
El gobernador José Reyes Baeza sostuvo que era evidente que los delincuentes fueron auxiliados desde adentro de la secretaría: "Alguien les tuvo que abrir las puertas", comentó para explicar que los asaltantes sabían el lugar exacto al que debían ir para tomar el armamento.
