Daños. Agrietamientos en casas de las calles Granito de Sal, El Arbolito, La Verdolaga y El Quelite fue el saldo del movimiento.
Perdieron su casa, pero salvaron la vida. "Estamos vivos, es lo más importante", dijo Patricia López, quien al igual que su hermano quedó atrapada en su vivienda de la colonia Benito Juárez al levantarse el piso y caerse parte del techo.
La madrugada de ayer jueves cientos de vecinos de esa comunidad se despertaron asustados por un fuerte estruendo proveniente del tiradero municipal Neza II, cuya onda expansiva afectó, según el reporte preliminar oficial, a 140 casas, 25 de las cuales no podrán ser habitadas por los daños sufridos, y 10 vialidades.
Los residentes afirmaron que se registró una explosión en el interior del tiradero que administra el ayuntamiento de Nezahualcóyotl, y externaron su temor de que se repitiera el incidente.
Durante muchas horas prevaleció la incertidumbre entre los habitantes ante la falta de información convincente. Cerca de las 15:00 horas arribó el gobernador Enrique Peña Nieto, pero se complicó más la situación. El mandatario fue increpado por algunos habitantes cuando aseguró que las fracturas registradas en calles y viviendas se debieron a un "asentamiento de tierra".
El director de Protección Civil estatal Arturo Vilchis, confirmó que el asentamiento de tierra fue provocado por la sobreexplotación del acuífero de Texcoco, que es uno de donde más agua se extrae en el valle de México.
El mandatario aseguró que los damnificados serían reubicados a otro sitio y que se buscarían cuartos en hoteles cercanos para que los habitaran de manera temporal.