En hechos diferentes en Sinaloa y Baja California, dos ciudadanos estadounidenses fueron asesinados a balazos.
En Culiacán, Sinaloa, Lewis Baldir (o Cristopher Elecnis Mandil), de 26 años, fue sorprendido por un sicario, que le disparó a quemarropa, cuando cenaba con su pareja en un negocio ubicado frente al fraccionamiento Privada de Hierro.
La víctima era integrante de un mariachi en Arizona, Estados Unidos y su padre es agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), informó la mujer que lo acompañaba.
El homicidio fue a las 22:45 horas del miércoles, en el negocio de comida Tacos Sonora.
Testigos del crimen dijeron que la víctima llegó con su acompañante en una camioneta Cherokee blanca y al poco rato, un desconocido se acercó y le disparó. El cadáver quedó en la silla y junto a éste policías ministeriales hallaron dos casquillos calibre 9 milímetros.
Ayer jueves, por la noche, la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México declinó hacer algún comentario sobre el crimen, según un cable de la agencia AFP.
En ese mismo estado, dos hombres armados interceptaron a tres familiares del alcalde electo de Navolato, Sinaloa, Evelio Plata Inzunza, entre ellos su hijo; los delincuentes los mantuvieron privados de su libertad algunos minutos y después los despojaron de la camioneta en la que viajaban.
Y en Tijuana, un popular profesor universitario de San Diego apareció muerto en su apartamento.
El administrador del conjunto residencial, Marcos León, dijo que un vigilante vio al estadounidense Henry Acejo entrar a su apartamento con dos hombres.
Un vecino llamó a la Policía después que Acejo gritó y golpeó en su ventana, pero para cuando llegaron los agentes los dos hombres se habían marchado y Henry Acejo estaba muerto.
Era instructor en el Colegio Suroeste en Chula Vista, en la Universidad de San Diego State, y en un Colegio Comunitario en Tijuana.
