Una cadena de nueve asesinatos violentos se escenificaron en varios municipios de Sinaloa. Dos de las víctimas fueron mujeres, cuyos cuerpos calcinados y con impactos de bala, fueron encontrados en la comunidad de San Blas, municipio del Fuerte.
Otra víctima fue el agente de la policía municipal de Mazatlán, Manuel González Navarrete, quien, al resistirse a ser levantado en forma violenta por un comando en el puerto fue asesinado.
Las autoridades judiciales informaron que no han logrado identificar los cadáveres de las mujeres.
Detallaron que una de ellas, quedo dentro de una camioneta Escalada, matrícula VLE 5444 la cual fue incendiada y su acompañante, al parecer, herida, logró salir y avanzar unos escasos metros, donde murió.
En tanto que en la comunidad del Carricito, en el municipio de Salvador Alvarado, se hallaron los cuerpos de cuatro hombres, atados de pies y manos, con impactos de bala, sin que se tenga la identificación de ellos.
La octava víctima, cuya identidad no se ha logrado establecer, es un hombre de apariencia joven, el cual fue encontrado muerto a tiros, muy cerca de la escuela preparatoria de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en el municipio de Navolato.
Rafael Villa Rodríguez fue encontrado, atado con las manos a la espalda y con tres impactos de bala, cerca del ejido Alfonso G Calderón, en Sinaloa de Leyva.