Hallazgo. Los cuerpos fueron localizados en el interior de un taller ubicado en el bulevar José María Patoni.
Durango
La tarde de ayer fueron encontrados semienterrados dos cuerpos sin vida en el interior de un taller ubicado en el libramiento San Ignacio; el primer reporte de los agentes investigadores señala que los cadáveres estaban atados de pies y manos y presentaban huellas de tortura.
Personal de la Fiscalía General del Estado se presentó en el establecimiento denominado Duránmotors para recoger los cadáveres y algunas evidencias y así iniciar con la integración de la carpeta de investigación, según se informó por parte de los agentes.
El área de Comunicación Social de la citada dependencia informó que los occisos respondían a los nombres de José Daniel Hernández Lechuga, de 16 años de edad, y su padre Daniel Hernández Reyes, de 49, quienes tenían su domicilio en la calle Simón Bolívar, en la colonia José Revueltas.
Por la noche, en un comunidado de prensa, la propia área de la dependencia detalló que el cuerpo del adulto fue localizado en un cuarto, aproximadamente a cuatro metros de distancia de la entrada, con los ojos y boca cubiertos con cinta adhesiva; el joven fue hallado en el interior de un baño, con alambre rodeando su cuello.
La necropsia de ley señaló que Fernández Reyes falleció por traumatismo craneoencefálico, mientras que Hernández Lechuga murió a causa de asfixia por estrangulamiento.