De más. Sener, SRE, SE, Turismo, SFP y la Presidencia rebasaron con mucho el presupuesto aprobado en la Cámara Baja.
En los tres primeros años del sexenio, el Gobierno de Felipe Calderón se brincó las asignaciones presupuestales aprobadas por la Cámara de Diputados, y benefició secretarías a las que los legisladores les habían ajustado su gasto a la baja.
De acuerdo con información que Hacienda incluye en las tres últimas cuentas públicas, dependencias como Energía, Relaciones Exteriores, Economía, Turismo, Función Pública y la Presidencia rebasaron con mucho el presupuesto aprobado en la Cámara Baja.
En cambio, en ese período el Ejecutivo redujo los recursos para Secretarías encargadas de programas sociales como Salud, Desarrollo Social y Agricultura, así como a la PGR. En los 3 años, la Secretaría más consentida ha sido la de Energía, a la que Hacienda le ha entregado 72.7% más recursos que los aprobados por la Cámara Baja.
El Legislativo avaló para los años 2007, 2008 y 2009 un total de 112 mil 590 millones de pesos para esa secretaría. El Ejecutivo le dio 194 mil 450 millones; es decir, 81 mil 859 millones más.
El mayor salto se registró en 2008, cuando la asignación extra fue de 45 mil 136 millones.
Hacienda explicó en esa Cuenta Pública que se transfirieron recursos al Fondo de Estabilización para la Inversión en Infraestructura de Pemex, a la CFE para pagos de postes y para el programa de sustitución de equipos electrodomésticos y a la entonces LFC para cubrir los pagos por energía comprada a la CFE.
La Función Pública y Turismo, dos de las secretarías que estuvieron a punto de desaparecer, obtuvieron 62 y 54 por ciento más que lo asignado por el Legislativo.
En la Función Pública el aumento se justificó en 2008 y 2009 debido a las aportaciones "por arriba de lo previsto" para el Fideicomiso Bicentenario, además de la realización de auditorías para obra pública.
La Cancillería mexicana obtuvo y erogó 23.3% más recursos que los aprobados por la Cámara.
En los 3 años fue constante un aumento de más de 2 mil millones de pesos anuales, con el argumento de que se destinaban para apoyo a migrantes, pago de cuotas a organismos internacionales y adquisición de inmuebles.
Contrario a las prioridades del Legislativo, la Secretaría de Salud tuvo en el primer trienio de Calderón una disminución de 3 por ciento sobre el monto asignado en el Decreto presupuestal.