Asilo para prostitutas aloja a 23 mujeres
En edificio del siglo XVII que se ubica en el corazón de Tepito se admiten a mujeres mayores de 60 años que hayan ejercido como prostitutas, ahí se les garantiza techo y comida
RETIRO. Algunas mujeres dentro del asilo sigue ejerciendo la prostitución, mas la mayoría se dedica a otras actividades como vender condones y dulces (Foto: EFE )
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CIUDAD DE MÉXICO | Jueves 23 de diciembre de 2010 EFE | El Universal11:00
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Veintitrés mujeres mayores que ejercieron la prostitución han hallado cobijo en un asilo creado para ellas hace seis años en la Ciudad de México.
"No soy buena ni mala, soy mujer" dice un letrero a la entrada de la Casa Xochiquetzal, que lleva ese nombre en honor a la diosa azteca del amor. El asilo ocupa un edificio del siglo XVII, ubicado en Tepito
Las mujeres, que para ser admitidas deben tener de 60 años en adelante, aunque hay una de 51 años, tienen garantizadas las tres comidas del día y una cama, que les facilita el centro sostenido por varias agrupaciones civiles que reciben donativos privados.
El edificio, que fue otorgado por el Gobierno capitalino, cuenta con dos plantas y nueve habitaciones amplias, cada una con dos o tres camas.
"Empecé a trabajar como sexoservidora desde muy joven por dinero, pero también por lujuria. Trabajé en muchos lados desde La Merced hasta Mixcoac, pero siempre cuidándome y usando condón para evitar el contagio de enfermedades" , dijo Paola, a quien su amigas llaman "El Diablito" .
Paola, quien es la única en el asilo que tiene 51 años, sigue activa en el oficio con solo dos clientes fijos, aunque no descarta un servicio más si es que se le presenta la oportunidad.
Además vende condones en baños públicos y hoteles del centro de la ciudad, donde la prostitución es una actividad frecuente.
La mayoría de esas mujeres son humildes y comenzaron a retirarse cuando se vieron aquejadas por achaques de la edad o enfermedades crónicas.
Marisol es una de las pocas que pudo realizar estudios pero quedó a un semestre de terminar la carrera de maestra. Se metió a la prostitución desde adolescente para pagarse la escuela después de que su madre la corrió de casa.
También está "La Canela" , una mujer con síndrome de Down, que comenzó en este duro oficio de la mano de una prostituta que la recogió de la calle.
"La Canela" , considera que ya es vieja para dedicarse a la prostitución por lo que sale a vender no su cuerpo sino dulces.
María de Lourdes llegó a este refugio después de ejercer la prostitución durante más de cuarenta años, varios de los cuales estuvo casada.
Entre estas paredes las mujeres recuerdan sus historias, su paso por la prostitución y pueden estar acompañadas en su día a día.