Cumplimiento. El incremento en los sistemas de seguridad es en cumplimiento a la recomendación que emitió el organismo de Derechos Humanos en la entidad, tras la riña desatada a finales de enero pasado cuando fallecieron 24 internos.
Durango
"Hasta hace dos años todavía teníamos un penal tranquilo, de tal manera que con las circunstancias se ha obligado a aumentar los sistemas de seguridad", resaltó Noel Díaz, director del Centro de Readaptación Social (Cereso) No. 1.
En respuesta a la recomendación que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió a la Secretaría de Seguridad Pública estatal y a la misma dirección del Cereso 1, las autoridades responsables respondieron.
Díaz Rodríguez afirmó que ya se instalaron las cámaras de videovigilancia sugeridas en el documento y ahora se tienen 40, también se amplió la plantilla de custodios a cerca de 30 plazas y se hicieron los traslados de internos del fuero federal a los penales respectivos, lo mismo que con los del fuero común a otros Ceresos donde hay menos población, situación que también permitió eliminar la sobrepoblación del Cereso de la ciudad.
CAMBIAN LAS CONDICIONES Díaz Rodríguez resaltó que hace poco más de dos años la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) consideraba al Cereso No.1 como uno de los más tranquilos del país y donde operaban los programas de reinserción social; sin embargo, el incremento en los niveles de violencia en todo el país, y sobre todo en Durango, ha repercutido dentro del mismo penal.
"Los centros son el reflejo de la actividad delincuencial que se desarrolla en el exterior. Es necesario, es urgente que se pueda disponer de una mejor infraestructura para el mejor control de la población interna", dijo el director del Cereso No. 1.
Disminución histórica
Noel Díaz Rodríguez mencionó que hace algunos años en el Centro de Readaptación Social (Cereso) 1, había casi mil presos más de la capacidad permitida, situación que provocó violación a los derechos humanos de los internos, riñas con saldo fatal, abusos contra custodios y demás problemas de carácter administrativo. La situación cambió y ahora hay poco más de 100 espacios libres en dicho penal. El Centro penitenciario de la capital duranguense se construyó hace casi 40 años con capacidad para albergar a mil 854 reos; sin embargo, en años pasados se llegó a tener hasta más de dos mil 700, pero con traslados y preliberaciones, se pudo desahogar.
