Aviso. Baltasar Garzón en la rueda de prensa al término de la reunión con la teniente de alcalde de París.
El juez Baltasar Garzón podrá incoporarse como asesor externo a la fiscalía de la Corte Penal Internacional de La Haya, en Holanda, a pesar de estar suspendido de sus funciones, según acordó la justicia española.
El Consejo General del Poder Judicial, órgano de Gobierno de los jueces en España, autorizó la contratación del magistrado por un 7 meses, tal y como había solicitado Garzón la semana pasada.
"No se aprecian razones legales que impidan la contratación del magistrado para prestar servicio de consultoría en la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional", dijo la portavoz del Consejo, Gabriela Bravo.
Garzón trabajará como asesor externo a la oficina del fiscal de la Corte Penal, que dirige el argentino Luis Moreno Ocampo.
Garzón está acusado de prevaricación -el delito de dictar a sabiendas una resolución injusta-y está a la espera de juicio por una fallida investigación de los crímenes del franquismo. La semana pasada, el Consejo suspendió todas sus funciones como juez a la espera de que se celebre la vista.
Si es absuelto, podría recuperar su plaza en la Audiencia Nacional española. Si es condenado, enfrenta una inhabilitación de 20 años.
Juez de reconocido prestigio internacional, Garzón se convirtió en la cabeza de la llamada justicia universal. Puso contra las cuerdas al ex dictador chileno Augusto Pinochet y ayudó a esclarecer delitos de lesa humanidad en países como Argentina.
Precisamente, la presidenta argentina Cristina Fernández y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, se entrevistaron con Garzón para expresarle su apoyo.
Fernández, calificó de "incomprensible" la imputación al juez por querer investigar la dictadura Francisco Franco.