El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer un paquete de 175 millones de dólares de ayuda a México para el combate contra el narcotráfico. El dinero no fue autorizado para compra de equipo o armamento, sino para aplicar reformas judiciales, construcción de instituciones de justicia y actividades contra la corrupción. Sin embargo, el dinero no será liberado de forma inmediata sino que está sujeto a que el Departamento de Estado elabore un plan de ayuda y reporte al Congreso el avance del Gobierno mexicano en la transferencia de responsabilidades de seguridad del Ejército a los cuerpos policiacos.
La Cámara de Representantes probó el paquete de ayuda como parte de la Ley de Gastos Suplementarios para las guerras de Afganistán e Irak. El Senado había aprobado el dinero en mayo. El dinero es parte de una nueva estrategia del Gobierno de Barack Obama para un plan de ayuda multianual a México separado de la Iniciativa Mérida, firmada por los gobiernos de México y Estados Unidos en 2007, que contempla un paquete de 1, 600 millones de dólares en ayuda para los cuerpos de seguridad y las instituciones judiciales de México.
Sin embargo, el envío de fondos de la Iniciativa Mérida ha sido lento y un reporte del Gobierno estadounidense revelado la semana pasada señaló que hay poca supervisión sobre la forma en que se gasta el dinero.
Desde 2008, sólo 9 por ciento del dinero ha sido enviado a México, principalmente en equipo y entrenamiento para las Fuerzas Armadas y la Policía Federal. Según legisladores, el fondo aprobado ayer representa una nueva etapa en la cooperación binacional contra el narcotráfico que incluso cambiaría de nombre para marcar una diferencia con la Iniciativa Mérida.
El objetivo es desmantelar a los cárteles por la vía judicial y promover el desarrollo comunitario para prevenir la delincuencia.
El Congreso dejó en el aire la aprobación de 500 millones de dólares para reforzar la frontera con México.