Contrario a lo que ha divulgado la Secretaría de Hacienda, fiscalistas y especialistas en finanzas públicas coinciden en que la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) puede ser reducida sin causar mayor impacto a los ingresos públicos y con la posibilidad de ser compensada con un ajuste del gasto del Gobierno.
Al margen de la discusión política que ha generado el IVA, técnicamente es viable, señalan.
Usando un modelo de estabilidad fiscal, la pérdida por bajar un punto al IVA sería de 28 mil millones de pesos, afirma Alfredo Coutiño, director de Moddys.com.
Esto sólo representa dos décimas del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, sin considerar ninguna compensación o fuente alterna de ingresos, la reducción del IVA sólo aumentaría el déficit fiscal de 0.3 del PIB, previsto actualmente para 2011, a 0.5 por ciento.
"No generaría un desastre fiscal", insistió.
Herbert Bettinger, catedrático del área de impuestos del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), coincidió en que la baja del IVA es viable y que la falta de ingreso se puede compensar fácilmente con la reducción del gasto.
"Por ejemplo, (recortando) los beneficios y prerrogativas a los servidores públicos", explicó.
Recordó que el alza en la tasa del IVA del 15 al 16 por ciento le cayó al Gobierno del cielo, porque nunca fue su propuesta, fue un arrebato de los legisladores.
Los diputados del PRI tienen como principal propuesta para 2011 la reducción del IVA a 15 por ciento.
Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público, ha señalado que eso causaría una reducción por 33 mil millones de pesos.
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Sólo aumentaría el déficit fiscal con la baja.