El mundo sufre una crisis económica como poco lo habíamos estimado y si recordamos la Gran Depresión en la Unión Americana de 1929 a 1932, veremos que su impacto no fue en tantas naciones. Europa ve en este año una recuperación en su empleo y Asia se apoya con la presencia de China como motor cabeza de esa zona sin menospreciar a Japón y a las dos Coreas.
Estados Unidos se respalda en su gran consumo interno para reactivar este desajuste económico que de ahí nació y parece ser que en América Latina las cosas se estabilizan yendo a la punta Brasil, Chile y Argentina. Y como suele suceder, alguien quedó en medio del sandwich y lamentablemente somos nosotros, México.
En nuestro país la recuperación del empleo y el crecimiento económico será lento y tardado ya que no se siguieron las recomendaciones de expertos internacionales que indican apoyar a los sectores productivos con una disminución de impuestos, créditos baratos, simplificación burocrática, etc. es decir, estimular y fomentar a quien tiene su dinero guardado para que lo invierta y así genere empleos y riqueza. Así de sencillo.
El mundo cuenta con 6,500 millones de habitantes (aproximadamente), y un mil cien millones de éstos (17% del total), se encuentran en la pobreza. México, en sus distintas categorías enmarca en esta clasificación al 52 % de la población total (108 millones), y ahora resulta que de un día para otro reportan que el sistema de medición a este concepto cambió y ya sólo es el 47% de la población total. ¡Qué maravilla! Para nuestra tranquilidad, la semana pasada el Gobierno Federal anunció que en nuestro país ya había terminado la crisis económica y que a partir de ese miércoles (por decreto, supongo), el desempleo irá desapareciendo y el campo producirá más alimentos, las exportaciones aumentarán etc., todo será felicidad. Esto es una ingratitud pues la inflación realmente no aumentó el 3.57% durante el año 2009 y los desempleados no son poco más de dos millones en el país. Esto es lo primero que tenemos qué entender, hablar con la verdad para así atacar con las políticas adecuadas el problema que es bastante serio.
La pobreza es una injusticia social para negarle a la mitad de los mexicanos el derecho a la salud, al trabajo, a la vivienda, a la alimentación, a la educación y además, ver con desprecio a los cinco millones de indígenas que pueblan la nación y que son los dueños originales de esta tierra. Es inconcebible que se gasten miles de millones de pesos en elecciones políticas y todo lo que gira a su alrededor mientras millones de mexicanos tienen hambre, sed y están enfermos. A mí ciudadano de qué me sirve que se gaste en grandes obras suntuarias que de nada sirven, si nos faltan hospitales, albergues, escuelas, empleo, etc.; 25 mil escuelas en el país no tienen servicio de sanitarios, así de fácil. Esto es la pobreza y sólo se habla de ella en los discursos políticos. Cómo fuimos permitiendo los ciudadanos que el país retrocediera tanto en tan poco tiempo. ¡Cómo fue posible!
"CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁ DANDO TRABAJO A MEXICANOS".
¡México es primero! Enero 2010
