Al igual que el gobierno municipal anterior, la inoperancia se está convirtiendo en el sello de la actual administración en Torreón. En los últimos meses los ciudadanos hemos sido testigos del fracaso de varios programas y acciones, ya sea por falta de recursos, de voluntad, de capacidad... o las tres cosas juntas.
Son varias las áreas del gobierno local, encabezado por el priista Eduardo Olmos Castro, en donde se percibe dicha inoperancia. Y todas ellas tienen un impacto directo en la calidad de vida de los habitantes de este municipio.
En materia de medio ambiente, por ejemplo, el jefe de la dependencia correspondiente, Eduardo Blanco, dio a conocer que desde 2009 no se mide la calidad del aire en Torreón, ya que el laboratorio que se encargaba de analizar las muestras, fue eliminado del padrón de proveedores del Ayuntamiento, sin que hasta el momento hayan sido expuestas las razones.
De tal forma que, la Dirección de Medio Ambiente desconoce actualmente los niveles de partículas suspendidas menores a diez micras, tales como cadmio y plomo, que según la Organización Mundial de la Salud, son las que más afectan la salud de las personas.
A lo anterior hay que agregar el fracaso que hasta el momento ha sido el programa de verificación vehicular. Según las cifras de la Dirección de Medio Ambiente, ni el uno por ciento de los automóviles particulares que circulan en Torreón se ha sometido al procedimiento de revisión de las emisiones de contaminantes.
Pese a esto, las autoridades descartan llevar a cabo un operativo para sancionar a los propietarios de vehículos que no hayan acudido al Centro de Verificación Vehicular. El motivo: las máquinas de revisión son insuficientes y no se darían abasto para atender a todos los automovilistas.
Por si fuera poco, el anunciado plan de reforestación de plazas ha tenido un avance mínimo en estos siete meses y medio de administración. De un total de 300 áreas verdes que hay en la ciudad -de las cuales, según la propia autoridad,un 80 por ciento se encuentra en mal estado- sólo diez han sido atendidas. La causa: la Dirección de Urbanismo, a cargo de Esteban Favela, no tiene recursos para comprar los árboles adecuados para la reforestación.
Pero no sólo en las áreas de ecología y desarrollo urbano se ha fallado. Debido también a la falta de recursos, la Dirección de Salud Municipal, cuyo titular es Francisco Dorantes, tuvo que suspender a principios de julio el programa "Trabajando contra el dengue", por disposición de la Dirección de Desarrollo Humano, encabezada por Fernando López, frente a la renuencia del tesorero Pablo Chávez a entregar el dinero necesario para continuar con las acciones. Con esta decisión, el Ayuntamiento de Torreón no está en condiciones de ejercer un recurso federal otorgado por la Secretaría de Salud como parte del concurso de la Red de Municipios Saludables, en el cual cada nivel de gobierno pone la mitad de los recursos para enfrentar al mosco transmisor del dengue.
También por falta de recursos, la Dirección de Salud ha tenido problemas para mantener el programa contra la obesidad, en el cual, al inicio de la administración tenía asignadas a ocho personas, y ahora sólo cuenta con una. Esta situación resulta preocupante en una región que ocupa los primeros lugares a nivel nacional en sobrepeso y enfermedades derivadas del mismo.
En materia de desarrollo económico, el Ayuntamiento también ha tenido sus tropiezos. Tal es el caso del programa Moderniza, el cual tiene como objetivo brindar capacitación a empresarios del sector servicios para obtener el Distintivo M. La semana pasada, el Municipio de Torreón informó a los coordinadores del programa que no contaba con los recursos para apoyar a los 41 negocios que faltaba de capacitar.
Frente a la extensa lista de acciones truncas, llaman la atención dos situaciones, las cuales pueden dar una explicación a tanta inoperancia. Por una parte está el abultado gasto de la nómina municipal, la cual, en los primeros seis meses del año ha rebasado en 15 millones de pesos a los ingresos municipales. Por la otra, se encuentra la omisión que la administración de Eduardo Olmos ha hecho en lo que se refiere a la publicación del Plan Municipal de Desarrollo, el cual hasta ayer domingo no aparecía en la página de Internet del Ayuntamiento. Por lo que los ciudadanos no podemos dar seguimiento a las directrices que tiene el gobierno local y el grado de avance.
Las actuales condiciones del municipio exigen un manejo eficiente de los recursos para la aplicación de programas que redunden en una mejora de la calidad de vida de población, y el establecimiento de líneas de acción claras y cuantificables para observar con certeza el camino que se está siguiendo. Aunque el gobierno municipal está a tiempo para corregir el rumbo y mejorar su desempeño, necesita esa voluntad política y liderazgo que hasta ahora no ha mostrado.